Carlos Cheppi, flamante secretario de Agricultura, decidió que recibirá a las entidades agropecuarias por separado, pero los miembros de la Mesa de Enlace quieren ir en bloque. Eduardo Buzzi, presidente de Federación Agraria, reclama que se los convoque a todos juntos a negociar y discutir “los temas que quedaron pendientes”. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, restó importancia al hecho de que el diálogo con las entidades se realice por separado. En donde si los esperan ver juntos es en el Consejo de Salario. El Gobierno espera contar con la participación de las cuatro entidades patronales rurales en las negociaciones.

Para Buzzi, “la Mesa de Enlace debe ser recibida y ser interlocutora, no por decisión de los dirigentes agropecuarios, sino porque los productores en general han delegado a la Mesa de Enlace la representación de la discusión de políticas”. La respuesta oficial llegó del ministro del Interior, Florencio Randazzo, que quiso restarle importancia a la decisión de Cheppi: “No le busquemos la quinta pata al gato”, pidió. “¿Qué importancia tiene si es la Mesa de Enlace (a la que se convoca) o es en forma individual? No hagamos un problema de cuestiones formales”, indicó Randazzo.

“Tenemos que hablar de retenciones, de un plan ganadero, de una política general, de la injerencia de la Oncca, o de los procesos de comercialización. Las cosas que no se resolvieron pero que se expresaron en las rutas, donde no estaban solamente los sojeros”, enumeró Buzzi. Para discutir todos estos temas, el Gobierno no considera necesario reunirse con la Mesa de Enlace que en los últimos meses se convirtió en un actor de mucho poder y con gran exposición mediática.

“Si vamos a discutir el plan de desarrollo que tiene la Secretaría de Agricultura para el 2015, que es muy ambicioso, dejemos que el Gobierno tenga la libertad de hacerlo de la mejor manera que le parezca”, señaló Randazzo. El ministro aclaró que en el anuncio del flamante secretario de Agricultura de reunirse con cada entidad individualmente, no está el “ánimo” de que los dirigentes agropecuarios “se sientan agredidos ni menoscabados”. Randazzo concluyó que “hoy estamos en una mirada diferente, hacia adelante. Somos un gobierno que quiere que al campo le vaya bien. En esto que no haya ninguna discusión, ni ninguna duda”.