La ministra de Defensa, Nilda Garré, se sumó ayer a las voces oficiales que piden cambios en el Indec. “Evidentemente es un área en la que hay que hacer correcciones porque ha perdido credibilidad”, sostuvo al salir de un acto donde se conmemoró la muerte del general José de San Martín. No obstante, Garré evitó contestar sobre el futuro del secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno: “Es una decisión que le corresponde exclusivamente a la Presidenta”. Luego de que el Indec informara el lunes pasado que la inflación de julio fue de apenas 0,4 por ciento, se incrementaron las versiones sobre posibles cambios en el organismo. Uno de los principales impulsores de la salida de Moreno del Indec es el jefe de Gabinete, Sergio Massa, pero hasta el momento no hubo ninguna confirmación oficial.

La opinión de Garré se suma a las declaraciones formuladas en los últimos días por Agustín Rossi, jefe de la bancada kirchnerista en Diputados; Patricia Vaca Narvaja, vicepresidenta de esa cámara; Carlos Kunkel, diputado del Frente para la Victoria. Todos coincidieron en que es necesario recomponer la credibilidad del organismo nacional de estadísticas. Sin embargo, no está claro cuál sería la fórmula para lograrlo. Fuentes oficiales indicaron que se convocaría a un grupo de notables para que se haga cargo del Indec manteniéndolo en el ámbito de Economía e introduciendo modificaciones graduales para terminar empalmando la serie actual de precios con un nuevo indicador; otros, en cambio, especularon con la posibilidad de que se designe a algún técnico respetado de bajo perfil para avanzar con los cambios sin tanta exposición pública. La falta de credibilidad del Indec afecta la cotización de los bonos de la deuda pública que se ajustan por el CER porque los inversores no creen en la inflación oficial y además le está generando al oficialismo un alto costo político porque la oposición se ensaña con el tema para sacar algún rédito de cara a las elecciones legislativas del año próximo.