La actividad industrial creció en julio 9,4 por ciento respecto del mismo período de 2007 y 4,3 por ciento en relación con el mes pasado, según informó el Indec. Fue el mejor resultado desde enero último, en parte debido a la finalización del lockout rural, pero también porque el séptimo mes del año pasado había sido bastante flojo a causa de los problemas de abastecimiento energético. Esta vez, con temperaturas menos hostiles y gracias a una mayor oferta de electricidad y gas, las industrias no tuvieron que hacer paradas técnicas en pleno invierno y pudieron elevar su producción. Más allá de esa circunstancia, el dato desmiente a aquellos analistas que en las últimas semanas han comenzado a hablar de una incipiente “crisis económica” queriendo asimilar la desaceleración que se había registrado en junio con la antesala de una recesión.

La producción de acero y aluminio se expandió 47,8 por ciento y encabezó la suba, apuntalando un indicador que acumula una mejora de 18 por ciento en el año, respecto de igual período de 2007. La suba se explica fundamentalmente por las paradas registradas en julio de ese año a raíz de la crisis energética, pues el mes pasado este bloque había crecido “apenas” 7,7 por ciento.

Detrás quedó la industria automotriz, con una mejora de 41 por ciento en el mes y un 27,1 por ciento en el acumulado anual, siempre en relación con el año pasado. Este sector viene creciendo muy fuerte desde hace varios años y se ha convertido en el principal sostén del entramado industrial. De hecho, ayer los directivos de la Asociación de Fábricas de Automotores se reunieron con el ministro de Economía, Carlos Fernández, y ratificaron su plan de inversiones de 3500 millones de dólares, a través del cual buscan elevar la producción a un millón de autos en el 2013.

En tercer lugar se ubicó la industria alimentaria, aunque con un nivel de crecimiento mucho más bajo: 8,5 y 1,5 por ciento, respectivamente. Dentro de este bloque sobresalió particularmente la molienda de cereales y oleaginosas, que trepó 20,5 por ciento en el mes debido a la finalización del bloqueo comercial que impulsaron los productores, aunque en el acumulado todavía se ubica un 1,7 por ciento por debajo del mismo período de 2007. También aumentó la producción de bebidas (9,2), carnes blancas (8,9) y lácteos (4,9). Carnes rojas, por su parte, subió apenas 0,8 por ciento y en el acumulado anual registra una caída de 4,6 por ciento.

Los otros bloques que subieron fueron la industria del tabaco (6,3), minerales no metálicos (4,7) y edición e impresión (1,3 por ciento). La industria textil, por su parte, se mantuvo prácticamente sin cambios, al crecer 0,2 por ciento. Este es uno de los sectores que se está viendo más perjudicado por el aumento de las importaciones, las cuales están siendo incentivadas por la caída del tipo de cambio real que impulsó el Banco Central entre abril y junio de este año.

También permaneció casi sin cambios la fabricación de sustancias y productos químicos, que trepó apenas 0,4, mientras que los cuatro bloques restantes cayeron respecto al año pasado: industria metalmecánica (-2,6 por ciento), papel y cartón (-3,0), productos de caucho y plástico (-7,0) y refinación de petróleo (-7,6). En este último caso, el acumulado anual registra una caída de 2,4 por ciento respecto a 2007 porque las petroleras refinan cada vez menos argumentando que el precio de las naftas en el mercado local no es un incentivo suficiente. Ese es el principal motivo por el cual la provisión de combustibles se está viendo afectada.