La compañía transportista Transierra, de propiedad mixta, informó que Bolivia analiza usar otro gasoducto para restituir los envíos de gas hacia Brasil, disminuidos en un diez por ciento debido a una explosión que, según el Gobierno, ha sido causada por un atentado en una de las conducciones de esta empresa. El gerente comercial de Transierra, Jorge Boland, dijo que las empresas petroleras pueden “traspasar” los tres millones de metros cúbicos de gas reducidos ayer a un conducto operado por la empresa Transredes, nacionalizada en mayo pasado.

Los envíos de gas boliviano bajaron de 30 a 27 millones de metros cúbicos por la explosión producida en la válvula de un gasoducto situado entre los campos San Alberto y San Antonio, que proveen la mayoría del fluido que recibe la ciudad industrial de San Pablo. El gasoducto dañado une el sur de Bolivia con el departamento de Santa Cruz, donde se conecta con la tubería internacional que lleva el gas hacia la frontera y llega hasta San Pablo.

En tanto, desde Manaos, nordeste de Brasil, el ministro de Minas y Energía de ese país, Edison Lobao, dijo que su país podría poner en práctica un “plan de contingencia” en caso de que falle el suministro de gas natural de Bolivia a causa de los problemas mencionados. Para Lobao, hasta el momento no es posible cuantificar la pérdida de gas no suministrado, pero aseguró que la situación “no crea problemas” porque Brasil tiene reservas y puede evitar el desabastecimiento.

El plan de contingencia en discusión incluye sustituir la electricidad de origen térmico por la de origen hídrico, desconectar algunas plantas a gas y, en “última hipótesis”, utilizar el propio gas natural que la petrolera estatal Petrobras reinyecta en sus yacimientos, para dirigirlo al abastecimiento del mercado comercial interno, explicó.