El mismo día que el presidente de Aerolíneas Argentinas, Antonio Mata, buscó ratificar el carácter nacional de la compañía integrándola a la Asociación Empresaria Argentina, la Justicia dejó firme el embargo sobre dos Boeing 737 por una deuda que la empresa tiene con Aeropuertos Argentina 2000. Tan empeñada está la aerolínea en su argentinidad, que se niega a pagar en una moneda foránea como el dólar las tasas de aterrizaje, aunque éste sea el criterio vigente para todas las empresas que usen las estaciones concesionadas a Eduardo Eurnekian. El pleito es tan sólo uno de los varios a que dio lugar la pesificación forzosa de la economía.
No es la primera vez que debe dirimirse en los tribunales una diferencia entre Aerolíneas y AA2000, siendo aquélla la principal cliente de ésta, y ésta la principal acreedora de aquélla en el concurso que la empresa privatizada declaró el año pasado. En diciembre, el grupo que comanda Eurnekian apeló con éxito a la Justicia para cobrar una deuda por las tasas. Pero luego de la devaluación de enero las partes volvieron a quedar enfrentadas : invocando su status de empresa nacional, Aerolíneas se habría negado a desembolsar dólares para el servicio prestado a sus vuelos internacionales.
AA2000 –la única privatizada que goza del privilegio de cobrar tarifas dolarizadas– acudió nuevamente a los juzgados exigiendo el embargo y la inmovilidad de aviones, como forma de presión para que Aerolíneas le pagara y en dólares. La primera respuesta judicial fue hacer lugar a la cautelar, por lo que aquellos Boeing de Aerolíneas no sólo resultaron embargados, sino que dejaron de operar por más de treinta días.
Invocando tanto el Código Aeronáutico como la Convención de Roma, que impiden retener un medio de transporte cuando éste está afectado a la prestación de un servicio público, Aerolíneas presentó un recurso para que se reconsidere la decisión. Ayer, finalmente, los embargos quedaron en pie, pero las aeronaves recuperaron la posibilidad de volar, aunque sólo a destinos nacionales: como no pueden salir del país, están inhibidos de hacer viajes regionales a Perú y Chile, entre otros destinos habituales.
Mientras se resuelve el reclamo por 1.160.000 dólares, Aerolíneas buscará resarcimiento por el parate impuesto a su flota. “Demandaremos por el lucro cesante”, advierte la compañía. “Fue una decisión del juez disponerla y nosotros no insistimos para que la sostenga”, elude Aeropuertos.
La salida de la Convertibilidad originó otras controversias entre estos protagonistas del negocio aerocomercial. AA2000 demandó penalmente a Aerolíneas por cobrar a los pasajeros tasas en dólares que luego le rendía en pesos, quedándose con la diferencia. La tasa aeroportuaria es el principal ingreso del concesionario de las estaciones aéreas y, según un decreto duhaldista, continúa dolarizada para los vuelos al exterior.
Esa pauta tarifaria es también motivo de discusión en la Justicia, que ordenó como medida cautelar que los pasajeros pagaran 18 dólares por su tasa de embarque. Eurnekian cobra sólo 18 pesos y los 48 pesos restantes quedan depositados en una cuenta judicial, hasta tanto los magistrados resuelvan definitivamente cuál es el importe que corresponde recaudar.
En Economía hay pocas dudas acerca de que las prestaciones ligadas a viajes al exterior deben cobrarse en dólares, a semejanza de lo que ocurre en otros aeropuertos del mundo, aunque el resto de los precios de la economía se hayan pesificado compulsivamente. Menos contundente es la voluntad de Roberto Lavagna de sostener los beneficios tarifarios y tributarios prometidos a las aerolíneas con la reciente emergencia económica. Tanto que en el gobierno estudian ordenar por decreto descuentos en el valor de cierto rango de pasajes.