Argentina prohibió el ingreso de carne paraguaya tras la denuncia brasileña en torno de una supuesta aparición de focos de fiebre aftosa en la localidad de Corpus Christi, 600 kilómetros al noreste de Asunción, anunció el embajador argentino en Paraguay, Félix Córdoba Moyano. El diplomático informó que la disposición fue adoptada el sábado pasado por las autoridades sanitarias argentinas “por tiempo indefinido” y también comprende a las partidas de carne destinadas por Paraguay a Chile que cruzan territorio argentino por tierra.
La decisión provocó la inmediata reacción del ministro paraguayo de Agricultura y Ganadería, Darío Baumgarten, quien calificó de “drástico y sin fundamento sólido” el cierre de la frontera. “Creemos que es una medida que no tiene méritos suficientes desde el punto de vista técnico, ya que lo que existe es una presunción a 600 kilómetros del punto de tránsito”, expresó Baumgarten. El cierre afectará sobre todo a los embarques con destino a Chile, principal destino de las exportaciones cárnicas paraguayas, que en su mayor parte son transportados por vía terrestre. “Es un alerta preventivo y ojalá sea por el menor tiempo posible”, dijo Córdoba Moyano. “El ataque al problema de la aftosa debe ser regional y, para que eso ocurra, se deben permitir inspecciones además de un intenso intercambio de información, cosas que están faltando en este momento”, señaló el embajador argentino.
Según el diplomático, el tema será discutido mañana en Río de Janeiro en una reunión del Convenio de la Cuenca del Plata para la Erradicación de la Fiebre Aftosa, del que Paraguay forma parte junto a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Uruguay. “Antes que reclamarnos mutuamente si la medida es correcta o no, creo que en esa reunión tenemos que tratar con toda intensidad el tema y debemos sincerarnos de una buena vez”, expresó Córdoba Moyano.
Las autoridades veterinarias brasileñas cerraron su frontera el 27 de setiembre pasado. Baumgarten indicó que el pasado fin de semana estuvo en la zona, en el distrito de Corpus Christi, y comprobó que en la mayoría de los casos se trata de hacendados brasileños que tiene propiedades en ambos lados de la frontera. “Existe una extensa frontera seca (de tierra), donde la línea divisoria no es más que una calle y en muchos casos los propietarios son brasileños que se manejan con una sola unidad productiva”, indicó el ministro.