La fuerte liquidación de dólares en la ventanilla del Banco Central por parte de los exportadores abrió las puertas a una baja del dólar. En total, volcaron 70,9 millones de dólares en el BC. Y la cotización de la moneda estadounidense cayó de 3,77 a 3,74 pesos en el segmento libre, y de 3,71 a 3,68 pesos en el tramo oficial. A su vez, la autoridad monetaria embolsó 40,1 millones para sus reservas. En el Gobierno creen que la tranquilidad cambiaria continuará en los próximos días, aun cuando se detectó que el volumen de amparos creció de una manera abrupta.
Víctor Bescos, director del Central, reveló que los amparos judiciales de setiembre rozaron los 1000 millones de pesos, duplicando lo contabilizado en agosto y tres veces más que lo previsto. No obstante, los funcionarios son optimistas: alegan que ese dinero se quedó en el sistema financiero como nuevos depósitos, de libre disponibilidad. Según datos del Central, en dos meses, del 25 de julio al 30 de setiembre, los depósitos del sector privado aumentaron en 3400 millones de pesos, hasta 59.000 millones. De ese total, las cuentas transaccionales crecieron en 700 millones (de 19.700 a 20.400 millones), por lo que podría inferirse que la mayor parte del aumento de las colocaciones bancarias se explica por los nuevos plazos fijos.
Según el Gobierno, el hecho de que los amparos se queden en los bancos se relaciona directamente con la calma financiera. Una tranquilidad que también se vislumbró cuando la semana pasada se liberó una parte del corralón y los ahorristas depositaron mayoritariamente el dinero en plazos fijos, realizando una renta de entre 30 y 40 por ciento anual.
Pero existen otras razones de la paz financiera: la efectividad del control de cambios impuesto por el Central y la actitud de los exportadores de granos, a los que les está conviniendo vender sus productos y liquidar las divisas. Hay al menos un motivo de esta conducta: el mes que viene Estados Unidos saldrá a los mercados internacionales a colocar su nueva cosecha de granos. Y esto podría depreciar los precios de los principales productos: soja y maíz. Presurosos, los exportadores locales estarían aumentando el ritmo de liquidaciones para no perder rentabilidad en el futuro cercano. Por otra parte, es conocido que estas compañías vinieron reteniendo granos a lo largo del año, pero ahora corren contrarreloj antes de que se larguen sus colegas del norte. En lo que va del año, las ventas al exterior de granos y aceites sumaron 31,4 millones de toneladas, un millón menos que durante el mismo lapso de 2001.
En el mercado de futuros también hubo bajas del dólar. Para fin de mes cerró a 3,79, contra 3,80 de la jornada anterior. Para fin de año, en tanto, terminó en 4,02 pesos, cuatro centavos por debajo al martes. En la city creen que el dólar podría descender otro escalón en caso de que Aldo Pignanelli se resigne a no engrosar las reservas, que se encuentran en 9399 millones de dólares. Pero a la vez temen que un nuevo sacudón en Brasil pueda calentar los ánimos: ayer el dólar cerró a 3,88 reales, un alza de diez centavos. Si continúa la calma, el Gobierno tendrá hoy la chance de aprovecharla cuando vuelva a licitar 320 millones de pesos y 70 millones de dólares en Lebac.