La número dos del Fondo Monetario, la inflexible Anne Krueger, dejó en claro que no habrá fondos frescos para la Argentina en caso de llegarse a un acuerdo, e insistió con que las discusiones actuales apuntan a “elaborar un programa” sustentable para el país.
En Estocolmo, Suecia, consultada por la prensa sobre la cantidad de dinero que el FMI podría ofrecer a la Argentina, Krueger evitó dar precisiones, pero no dio lugar a dudas: “Eso no ha sido un tema de nuestras conversaciones”, afirmó. En realidad, es sabido que la máxima aspiración del ministro Roberto Lavagna es conseguir la refinanciación de los vencimientos de deuda que la Argentina mantiene con los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial y BID) hasta fines del 2003. Dentro de ese esquema no habría desembolso de fondos frescos por parte del FMI. A lo sumo, el gobierno podría llegar a conseguir un reembolso de parte de los 4 mil millones ya pagados a los organismos con reservas en lo que va del año. En cambio, sí habría nuevos préstamos por parte del Banco Mundial y del BID, tanto para planes sociales como para prefinanciación de exportaciones.
“Estamos trabajando con ellos (en alusión a los funcionarios argentinos), tratando de elaborar un programa”, explicó la vicedirectora del FMI. El martes, Lavagna había dicho que la Argentina no tendrá el “sí fácil” en esta etapa de las negociaciones con el Fondo, en obvia referencia a que el gobierno no está dispuesto a aceptar las nuevas condiciones que permanentemente el organismo pone sobre la mesa.
Un grupo de funcionarios del Ministerio de Economía, encabezados por el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, continuaron ayer las negociaciones en Washington para acelerar la firma del pacto.
Mientras tanto, fuentes del Palacio de Hacienda aseguran que el ministro viajará recién cuando esté totalmente cerrado el acuerdo. Pero no descarta que ello pueda suceder en los próximos días.