El gobierno brasileño sigue dando explicaciones sobre su situación económica ante la crisis financiera internacional. El ministro de Hacienda, Guido Mantega, señaló ayer ante el Senado que la administración de Lula da Silva aplicará una política fiscal anticíclica –luego de establecer medidas de emergencia– para contrarrestar la desaceleración económica mundial y mantener un crecimiento razonable. “No creo que tengamos una recesión, aunque sí una caída en nuestra recaudación fiscal y un freno en el nivel de actividad”, aseguró Mantega. Por otro lado, el Banco Central brasileño inyectó 32.800 millones de dólares en el mercado cambiario entre el 19 de octubre y el 28 de octubre para evitar una mayor devaluación del real. Ayer, el Bovespa finalizó con un alza del 7,5 por ciento y el dólar cotizó a 2,103 reales.

El ministro de Economía brasileño, Guido Mantega, descartó ante el Congreso que su país pueda entrar en recesión en 2009, aunque admitió que habrá una desaceleración de la actividad. “Vamos a cerrar 2008 con las cuentas públicas favorables para enfrentar un escenario de situación fiscal adversa”, anunció el ministro. El gobierno de Lula da Silva calcula que el PBI de su país crecerá entre 2,8 y 3 por ciento en 2009. Así lo indicó el estatal Instituto de Pesquisa Económica y Aplicada. El Presupuesto 2009 estima un crecimiento del 4,5 por ciento.

“Si no tuviéramos estancamiento o recesión, es probable un crecimiento mayor. No es irreal imaginar una expansión en torno del 4 por ciento”, aseveró Marcio Pochmann, titular del Instituto.

La Bolsa de Valores de San Pablo finalizó ayer con un incremento del 7,5 por ciento. Por otra parte, en el mercado de divisas el dólar se cotizó con una baja de 1,73 por ciento respecto de las operaciones de la víspera, para negociarse a un promedio de 2,103 reales por unidad.

Anteayer, la Reserva Federal norteamericana incluyó a Brasil y México en un mecanismo de swap para dar liquidez a sus mercados, lo que les permitirá disponer hasta 30 mil millones de dólares para inyectar en sus economías. El presidente del Banco Central brasileño, Henrique Meirelles, sostuvo que la medida “representa la inclusión formal de Brasil entre las economías que son significativamente importantes en el mundo. Es un reconocimiento importante de la calidad de la política económica del país”. Por su parte, Thomas Shannon, funcionario para el Hemisferio Occidente del Departamento de Estado, aseguró que “Estados Unidos y Brasil son asociados financieros”.

La decisión de la FED se produjo a pocos días de que el G-20 vuelva a encontrarse en Washington. El director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, propondrá un plan de “nueva gobernanza” para superar la crisis financiera y un papel reforzado para la institución que dirige.

Ese plan incluirá la puesta en marcha de un “nuevo préstamo” a corto plazo para dar liquidez, “En este nuevo escenario, el FMI deberá asumir una función de arquitecto más que de bombero, con el objetivo de diseñar las nuevas reglas financieras”, aseveró Dominique Strauss-Kahn, titular del FMI.