El ministro Julio De Vido anunció una reducción en el subsidio estatal que venía recibiendo la generación eléctrica, que se compensará con un aumento diferenciado en las tarifas eléctricas de los sectores residencial, comercial e industrial de mayor consumo de todo el país. La factura de los consumidores domiciliarios que serán alcanzados por el aumento (unos 800 mil hogares) se incrementará en promedio en 39 pesos mensuales, calculó ayer el ministro de Planificación al formular el anuncio. El aumento promedio que pagarán los 44 mil comercios y las 2700 industrias que abarca el ajuste será del 7 por ciento, según la estimación oficial. Para el fisco, representará un ahorro anual en subsidios de 807 millones de pesos. El anuncio se produjo sólo 75 días después del primer cambio en las tarifas domiciliarias desde la salida de la convertibilidad, momento a partir del cual habían quedado congeladas las tarifas.

El aumento a los consumidores residenciales se limita a aquellos con demandas superiores s los 1000 kw/hora por bimestre. Pero entre los que estén por encima de esa línea, se excluirá del ajuste a los hogares que dependen del suministro eléctrico para sustituir otros servicios. Por ejemplo, quienes deben recurrir al motobombeo para conseguir agua potable cuando no la reciben por red, o cuando se requiere el uso de artefactos eléctricos para calefaccionar porque no se accede a la red de gas natural. Desde la implementación del régimen de compensación de mayores costos por vía del subsidio, el Estado se encarga de pagarles a las generadoras eléctricas (centrales térmicas, hidroeléctricas, nucleares o de otras fuentes alternativas, que ofrecen el fluido eléctrico a través del sistema interconectado nacional) la diferencia entre el precio fijado por la secretaría de Energía y el precio de mercado resultante en el mercado mayorista eléctrico (sistema cerrado que administra Cammesa). Las distribuidoras pagaban el precio fijo establecido por Energía. En algo menos de un lustro de funcionamiento de este mecanismo, se calcula que se acumularon transferencias del sector público a las generadoras por 10 mil millones de pesos.

Ahora, la reducción parcial de los subsidios se compensará con un aumento a los consumidores que más demandan (valga aclarar que no siempre el mayor consumo se corresponde con mayor nivel de ingreso: por ejemplo, el consumo de un hogar pobre numeroso, hacinado, puede ser mayor que el de un departamento de Puerto Madero donde sólo vive una pareja de muy altos ingresos, pero que está pocas horas en el hogar). Y la incidencia del aumento de la tarifa será diferenciada de acuerdo al nivel de consumo:

- Los domicilios que consuman más de 1000 pero hasta 1400 kw/h bimestrales tendrán una reducción de la cuarta parte del subsidio. Se trata de poco más de 450 mil hogares, que sufrirán un incremento promedio bimestral de 35 pesos.

- Los que ubiquen el rango de consumo de más de 1400 hasta 2800 kw/h bimestrales, sufrirán una reducción a la mitad de la incidencia del subsidio, de lo que resultaría un aumento promedio en la tarifa de 112 pesos bimestrales para estos 270 mil hogares.

- Los que superen la línea de 2800 kw/h de consumo bimestral perderán plenamente el subsidio. La consecuencia es que 32.400 hogares abonarían en promedio 412 pesos más por tarifa bimestral.

De acuerdo con el ejemplo que dio De Vido para caracterizar a los hogares de alto consumo, señaló que para llegar a un promedio de 1500 kw/h debería tratarse de una vivienda equipada con una heladera con freezer, un freezer independiente, 4 equipos de aire acondicionado, una piscina, un lavarropas automático, un secarropas, un lavavajilla, un plasma, además artefactos habituales como televisores (tres unidades), microondas, plancha, computadoras (dos), minicomponentes (dos), reproductores de DVD (dos) y suficientes lámparas (unas 30 en total) como para iluminar al menos cuatro ambientes, cocina amplia y dependencias.

Para superar los 2800 kw/h sería necesario sumar al equipamiento anterior (según el ejemplo oficial) otro freezer independiente, equipo de refrigeración/calefacción central, una cancha de tenis con su iluminación, otro plasma y al menos 4 lámparas de cuarzo de 500 W.

El intento por demostrar que los hogares alcanzados pueden estar cerca de los sueños pero no de la realidad de la clase media podría resultar efectiva. En cambio, la modificación en el esquema tarifario despertó algunas manifestaciones de preocupación en el sector empresario, que en medio de una situación poco propicia desde las expectativas estaría sumando ahora un factor de aumento de precios. Aunque el Gobierno estimó en alrededor de 44.000 los comercios que recibirán ajustes (consumos mayores a 4000 kw/h bimestrales) y unas 2700 industrias, en el sector privado estiman que estos números podrían ser mayores. Y señalan que no son las empresas más grandes y concentradas las afectadas, ya que están al margen del aumento por no recibir el suministro de las distribuidoras (contratan directamente la compra con las generadoras).

El Gobierno vuelve así al concepto de diferenciación de tarifas y subsidios cruzados (entre sectores consumidores), repudiados por el menemismo y el pensamiento neoliberal, aunque el mecanismo de nivel de consumo podría no ser el más eficaz. Siempre está la alternativa de fijar tarifas diferenciales, más altas, por barrio o zona residencial de altísimo poder adquisitivo, logrando quizás con ello un mayor nivel de equidad.