El Gobierno ultima los detalles de la ley de blanqueo de capitales y el ministro de Seguridad y Justicia, Aníbal Fernández, se sumó a las voces que defienden la medida. El funcionario remarcó que el Gobierno “no inventó nada”, y recordó que la medida fue empleada por varios países en los últimos años. Además, aseguró que la política será aplicada “con mucho cuidado respecto del lavado” de dinero proveniente de actividades ilegales.

El lunes pasado Fernández se presentó en París ante el Grupo de Acción Financiera Internacional para explicarles a los países miembros los detalles de la ley 26.476 de blanqueo de capitales. Según afirmó el ministro, “a mediados de 2001 el país tenía 22,1 millones de cuentas bancarias y un año después había perdido 2,2 millones de cuentas, que recién a esta altura del partido están siendo recuperadas”. A su vez, el funcionario advirtió que “en Argentina se perdieron 14 mil millones de dólares de reservas en billetes y por la fuga de capitales se perdieron 22.500 millones de dólares; todos esos capitales se fueron, fruto de la sensación negativa que el sistema bancario generaba”.

“Es una medida parangonada más o menos con la que se ha tomado en algunos lugares del mundo, y tiene que ver en nuestro caso, con mucho cuidado respecto de la lucha contra el lavado de activos y de financiamiento del terrorismo”, aseguró el ministro. Fernández señaló que “la crisis financiera internacional nos puso en la posibilidad de uso de esta herramienta” y aseguró que “no-sotros no inventamos nada, lo hicieron Alemania, Bélgica, Italia, Portugal, Grecia, el Reino Unido, Rusia, México, Sudáfrica y Estados Unidos”.