El gobierno de Estados Unidos comenzó los tests de estrés para ver qué bancos están al borde de la quiebra. El titular de la Reserva Federal, Ben Bernanke, señaló al Congreso que están dispuestos a comprar más acciones de los bancos si las entidades lo solicitan, pero no va a nacionalizarlos. Por ahora, el Estado posee acciones preferenciales que, ante el pedido de los bancos, podrían convertirse en ordinarias. La Bolsa de Wall Street cerró con una caída del uno por ciento tras conocerse la baja en las ventas y los precios de las propiedades.

El Departamento del Tesoro y la Reserva Federal revelaron las modalidades del nuevo plan de rescate financiero. “Las autoridades de supervisión trabajarán con las instituciones para estimar el alcance de las pérdidas posibles y los recursos para absorber esas pérdidas sobre un período de dos años.” Si los recursos son inferiores a las pérdidas potenciales, los bancos deberán primero buscar inversores privados para reforzar su capital. Pero si los capitales privados no son suficientes, el Estado deberá comprar nuevas acciones preferenciales, como lo ha hecho durante los últimos cuatro meses. A diferencia de las acciones ordinarias, este tipo de título no da derecho a voto.

Bernanke aseguró ayer que el gobierno de Estados Unidos no nacionalizará el Citigroup. “A mi modo de ver, la nacionalización se produce cuando el gobierno se apodera del banco, elimina a los accionistas y comienza a gestionarlo, y no planeamos nada de eso”, apuntó el titular de la FED. De todas formas, el Citi ya recibió 50 mil millones de dólares durante el primer salvataje (la inyección de liquidez más grande). Además reconoció que “es posible que el Estado tome una participación minoritaria en Citi o en otros bancos”.