Bernard Madoff, el responsable de la mayor estafa de Wall Street en esta crisis global, se declaró ayer culpable ante un tribunal de Nueva York por los once cargos que se le imputan. El ex presidente del mercado tecnológico Nasdaq, acusado de fraude por 65 mil millones de dólares, fue llevado a prisión a la espera de la sentencia, que se fijará el 16 de junio próximo y en la que podrían darle la pena de 150 años. “Yo operé un esquema de Ponzi a través del ala de asesoramiento de inversiones de mis negocios”, reconoció el acusado. Los detalles de la presentación ante el tribunal de Manhattan fueron comunicados por la abogada, Ira Sorkin. Madoff dijo estar “profundamente arrepentido”.

Hace tres meses él confesaba a sus hijos que Bernard L. Madoff Investment Securities LLC era “una gran mentira”. En diciembre fue arrestado por acusaciones de fraude por 50 mil millones de dólares mediante un esquema piramidal. La operatoria consistía en pagar generosos dividendos a sus clientes con las sumas invertidas por otras personas ubicadas más abajo de la estructura de pagos.

Finalmente, ayer, tras haber pagado una fianza de 10 millones de dólares para esperar su sentencia, se declaró “culpable” de todos los cargos ante la corte federal neoyorquina. El juez de distrito, Denny Chin, ordenó entonces la detención inmediata a la espera de dictar condena, el próximo 16 de junio.

Madoff insistió en su culpabilidad en el caso y en desligar a su familia de cualquier responsabilidad. “Estoy profundamente arrepentido y avergonzado”, dijo el financista ante el juez. Sostuvo que las operaciones comenzaron a principios de los ’90, cuando Estados Unidos estaba en una profunda recesión, pero aclaró que en ese momento las transacciones eran “legítimas” y los negocios “corrían honestamente”. Sin embargo, el negocio comenzó a enturbiarse una década después y Madoff hizo uso de su reputación para seguir con el juego. Tomó miles de millones de dólares para pagar a los inversores más viejos, a los cuales llegó a ofrecerles un rendimiento del 46 por ciento.

“Creí que terminaría rápidamente y que me sacaría a mí mismo y a mis clientes de esta situación. Esto resultó difícil y, al final, imposible”, declaró Madoff. El tribunal registró 25 demandas de intervención de las víctimas, de las cuales algunas declararon durante la sesión de ayer. La acusación estima que durante más de veinte años, unos 177 mil millones de dólares pasaron por los fondos de Madoff Investment Securities, en detrimento de numerosos inversores.

El estafador afirmó no poder “expresar convenientemente hasta qué punto estoy arrepentido. Ahora estoy aquí para aceptar la responsabilidad de mis delitos”, agregó. Al concluir la declaración, el juez Chin se dirigió al acusado: “Señor Madoff, lo veré en la sentencia”.

El fiscal Marc Litt, descartando cualquier clemencia o posibilidad de negociación, reiteró que solicitaría 150 años de cárcel.

La confesión beneficiará las demandas de inversores de 22 países que han resultado estafados, afirmaron en Buenos Aires miembros de la Alianza Global de Abogados, que atiende a las víctimas del fraude. Los letrados afirmaron que “no hacía falta probar” el fraude, pero que la declaración de Madoff “supone una prueba contundente” de la responsabilidad de bancos y entidades financieras colocadoras de los fondos. De hecho, los inversores no han demandado a Madoff, sino que apuntan a decenas de bancos, fondos de inversión y de retiro con las que se cometió esa estafa.