Delegados gremiales de la papelera Massuh estuvieron reunidos ayer con la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, para analizar el futuro de las fuentes laborales en la empresa perteneciente al ex pope de la Unión Industrial Argentina Héctor Massuh. En el Ministerio de Trabajo informaron a los obreros que no se contempla la estatización de esa compañía y les aseguraron el mantenimiento de sus puestos. En los próximos días esa plantilla comenzará a cobrar los 600 pesos de la asistencia denominada Reconversión Productiva (RePro). En total, la papelera está adeudando entre 5000 y 6000 pesos a cada uno de los aproximadamente 300 empleados de la planta de Quilmes. Por otro lado, desde el Banco Nación aseguraron a Página/12 que una de las variantes para el rescate de la empresa sería que el Estado capitalice la papelera con nuevos fondos, para hacerse de varios lugares en el directorio. Por su parte, los obreros quieren que Héctor Massuh sea investigado penalmente por el vaciamiento de la compañía.

Los trabajadores de Massuh aseguraron ayer a este diario que la versión de la estatización partió del propio Héctor Massuh, quien viene prometiéndoles una salida al conflicto desde el año pasado. En la reunión de ayer, Rial desechó la posibilidad de la estatización. Los trabajadores interpretaron que el Gobierno estaría más decidido a encontrar un accionista argentino para el rescate de la papelera. Desde el Ministerio de Trabajo señalaron a Página/12 que están negociando para mantener las fuentes laborales.

La situación de Massuh es más que complicada. El pasivo de la papelera al 31 de marzo es de 308 millones de pesos. Desde hace 45 días, los trabajadores no cobran sus sueldos, mientras que los contratados no lo hacen desde hace tres meses. Héctor Massuh está de licencia desde septiembre del año pasado. En su reemplazo está el vicepresidente Daniel Moulia. Tampoco aparece por las reuniones de la UIA. Los trabajadores vienen denunciando el vaciamiento de la empresa desde enero de este año.

En una de las reuniones de marzo, los obreros consiguieron un aval de Trabajo para ser los “custodios patrimoniales” de la papelera: son los que tienen el control de la fábrica ante la ausencia de los dueños. “En los hechos, es un reconocimiento del Gobierno sobre el vaciamiento de la empresa”, aseguró a este diario Héctor Urbanovicz, delegado de la comisión interna. De la reunión que mantuvieron ayer con Rial, los trabajadores se llevaron la promesa de que el próximo 29 de abril habrá una audiencia donde estaría sentado el propio Héctor Massuh.

El Centro de Profesionales por los Derechos Humanos elaboró un informe donde constan algunas de las operaciones de Massuh. La papelera vendió en 2007 su planta de embalaje de San Justo. La compradora fue la firma Fibra Papelera, que pagó 32 millones de dólares. ¿Quiénes integran esta empresa? Según las actas de la asamblea de accionistas del 23 de marzo de 2007, la empresa hizo renunciar a toda la planta directiva de Fibra Papelera para designar un nuevo directorio, integrado por Héctor Massuh y Rolando Ahualli. “Inventaron ventas entre ellos como una maniobra de vaciamiento”, señaló a este diario el abogado del Centro, Agustín Comas.

Otro hecho que denuncian los trabajadores es la venta de un inmueble de Parque Patricios que funciona como sede central de Massuh. Según consta en declaraciones ante la CNV, el edificio estaba valuado en casi 9 millones de pesos, pero se terminó pagando casi 4 millones. “No sabemos cuánta plata hubo en la operación, pero sí sabemos que el comprador fue un familiar. Nuestro objetivo es que Massuh sea citado penalmente”, indicó el delegado Carlos Abal.

Massuh sostiene que la empresa está pasando por una mala situación económica, pero en la asamblea del 22 de diciembre del año pasado los directivos aprobaron las remuneraciones y los honorarios anuales: 326.862 pesos en concepto de sueldos y 2,6 millones de pesos como honorarios para sus directores.