ECONOMíA › UN LEVE AUMENTO EN EL NIVEL DE ACTIVIDAD ECONóMICA EN EL PRIMER BIMESTRE COMO PARA ELUDIR LA RECESIóN
Febrero marcó todavía un leve nivel de crecimiento económico respecto del año pasado. Cae la industria, pero se mantiene una evolución aceptable en servicios, telecomunicaciones y transporte. Vuelve la polémica por la metodología de medición.
› Por Tomás Lukin
El ritmo es más lento, pero el Indec considera que la economía sigue creciendo. Mientras que el Gobierno cuestiona las estimaciones del FMI para la Argentina, el organismo estadístico estimó en febrero un aumento de la actividad económica del 2,6 por ciento respecto del mismo período en 2008 y 0,4 por ciento respecto de enero. La información surge del Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que funciona como un anticipo provisorio de la variación trimestral del Producto, y no presenta información desagregada por sectores. Con caídas en la actividad industrial, la construcción, las exportaciones y las importaciones, el sostén del crecimiento se centró en el consumo interno y los servicios. Fuentes oficiales reconocieron a Página/12 que existen cuestiones metodológicas que evitan un freno mayor en el indicador.
El aumento del nivel de actividad estaría explicado, en gran parte, por el comportamiento de las ventas de supermercados y shoppings, según el Ministerio de Economía representa más del 65 por ciento del PIB. El único inconveniente es que ambos indicadores se elaboran utilizando el cuestionado IPC. Al subestimar los incrementos de precios, sobreestiman el incremento de las ventas. Los servicios públicos y la reducción de las importaciones en relación con la merma en las exportaciones serían los otros factores estabilizadores del índice de actividad económica.
En la explicación del comportamiento positivo del EMAE, fuentes oficiales señalaron la existencia de “cuestiones metodológicas significativas”. El indicador utiliza como insumo los datos del estimador mensual de la industria (EMI), que representa el 18,2 por ciento del comportamiento del EMAE. “En la actualidad, el EMI se elabora con una base de 2004, mientras que el EMAE se construye con las ponderaciones de 1993, y para compatibilizar los datos se realiza una reconversión del indicador manufacturero”, apuntaron. De esta forma, el impacto de la desaceleración en el sector industrial sobre el EMAE sería menor que el efectivamente registrado por el organismo estadístico. Las consultoras privadas, que reconocen “ciertas mejoras” en el índice para el mes de marzo, desestimaron la magnitud de esta diferencia estadística.
La explicación oficial es que, en 1993, sectores como el automotor y la siderurgia, golpeados duramente por la crisis actual, tenían menos peso que el que tienen hoy. En febrero, el EMI cayó 1,1 por ciento en términos interanuales y la industria automotriz retrocedió 48,3 por ciento. La producción de autos pesa hoy el 7,3 por ciento, pero en los ’90 la ponderación era menor. Otras ramas con mejor comportamiento hoy, como los servicios públicos (principalmente, transporte, almacenamiento y comunicaciones), tenían en el ’93 una mayor ponderación. Por otro lado, subrayan la evolución positiva en electricidad, gas y agua, aunque reconocieron la incidencia de los aumentos tarifarios en estas “mejoras”. Además, apuntaron que “la forma en la que está elaborada la canasta de bienes contribuye levemente a mejorar el EMAE”.
Más allá de los cuestionamientos, el EMAE está reflejando un fuerte retroceso contra el ritmo que llevaba hace un año. En febrero de 2008, previo al lockout y el estallido de la crisis internacional, la actividad económica registraba un incremento interanual del 9,5 por ciento. Para el primer bimestre, también evidencia la desaceleración, ya que en 2009 aumentó 2,4 por ciento contra el 9,8 por ciento de 2008.
El acumulado de los últimos 12 meses, respecto del acumulado de igual período anterior, señala un incremento del 5,9 por ciento: un panorama más optimista, ya que incluye el buen desempeño que registró el EMAE aun durante el lockout agropecuario.
En el relevamiento de expectativas de mercado (REM) que realiza el Banco Central, los consultores privados apostaron que la actividad económica en febrero crecería 2,5 por ciento. En la city porteña aseguran que el REM se “volvió un juego para ver quién acierta lo que va a decir el Indec”, pero desde el Gobierno explicaron que “cuando las consultoras usan la metodología del organismo oficial, los resultados les dan muy similares”.
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