La Justicia rechazó frenar el aumento de la tarifa del gas, al entender que el nuevo cuadro tarifario no pone en riesgo que “los usuarios puedan seguir gozando” de ese servicio publico. Así lo determinó la jueza en lo Contencioso Administrativo Federal Cecilia de Negre, al desestimar la medida cautelar que había pedido el entonces ombudsman Eduardo Mondino.

“Si bien lo narrado por el defensor del Pueblo da cuenta del impacto económico que produce la aplicación de la normativa impugnada en las facturas de gas de los usuarios –dijo la jueza–, lo cierto es que en el caso no se ha acreditado ni denunciado la inminencia del corte del suministro con motivo de las cuestiones que aquí se ventilan.”

A raíz de ello, añadió la magistrada, “a la fecha, los usuarios pueden continuar gozando del servicio público del gas, sin perjuicio de que, de prosperar esta demanda, cada usuario pueda exigir por las vías pertinentes la restitución de los montos oblados”. Así las cosas, la jueza De Negre rechazó dictar la medida cautelar pedida, aunque aclaró que esta resolución no implica que se resuelva de la misma manera “al momento de dictar sentencia definitiva sobre el fondo de la cuestión”.

En febrero pasado, antes de dejar su cargo, Mondino había acudido a la Justicia para frenar la suba de las tarifas del gas al considerar el “tarifazo ilegal y arbitrario”, e interpuso una demanda contra el Poder Ejecutivo nacional y el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas). Es que las facturas de gas de los consumidores comenzaron a llegar durante este mes con subas que llegan al 200 por ciento, según denuncias de diferentes asociaciones de consumidores.

En ese sentido, para el ombudsman era el Congreso el que estaba facultado para este tipo de cambios en el servicio y no el Poder Ejecutivo. Por eso denunció que “el Estado desatiende una obligación de rango constitucional, cual es proveer a la defensa del consumidor, sus intereses económicos y la defensa de la competencia contra toda forma de distorsión de los mercados”.

Hace un mes, Mondino renunció al cargo que había ocupado durante siete años y medio para convertirse en candidato a senador, aliado con el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que avanzó en la conformación de un frente distanciado del kirchnerismo.