El fabricante de automóviles estadounidense Chrysler suspenderá por esta semana toda su producción, mientras avanza el pedido de quiebra que presentó la semana pasada. Según publicaciones locales, algunas de las plantas podrían no reabrirse. Las autoridades de la compañía automotriz, en tanto, solicitaron ayer a un juez de Nueva York que revisara el próximo 21 de mayo la propuesta de venta de sus activos por 2000 millones de dólares para poder fusionarse con Fiat. Por su parte, un grupo de acreedores planteó serias objeciones contra el plan de reestructuración de Chrysler, denunciando que la intervención gubernamental viola el derecho a la propiedad.