Causa sorpresa y hasta estupor que ex secretarios de Energía, muchos de ellos gestores que colaboraron con el proceso neoliberal de la década del ’90, a través de la desregulación petrolera, emitan ahora un documento político y crítico a los resultados que ellos mismos impulsaron. Los que vivimos y fuimos parte del proceso de desregulación alertamos permanentemente a través de todos los medios acerca de la penosa realidad que hoy se vive en el sector energético, donde el petróleo y sus derivados representan el 90 por ciento de la matriz energética del país. Y se lo hicimos saber a los funcionarios de turno en cada audiencia que concedieron al sector expendedor. Jamás nos escucharon.

Para ellos la privatización del petróleo era la vedette del mercado. Las condiciones que ofreció el modelo menemista a las compañías petroleras fueron ideales: concesiones de más de 25 años y mercado interno con precios que duplicaban los precios internacionales (cuando en la Argentina un litro de combustible se pagaba un dólar, en Estados Unidos un dólar costaba el galón de 3,7 litros). En esa década, las compañías petroleras, en sobreprecios solamente, se llevaron 15 mil millones de dólares. Pero ninguna invirtió en reponer reservas. Este vaciamiento fue convalidado por el gobierno y sus funcionarios.

La desregulación petrolera que se instrumentó a partir del 1º de enero de 1991, cuando el petróleo pasó a ser de libre disponibilidad, según el decreto 1212, significó la transferencia de los poderes monopólicos del Estado a la concentración oligopólica de las petroleras. Estas se llevaron los 7000 millones de barriles de petróleo crudo que eran propiedad de YPF y de la nación argentina. Activos que fueron producto de décadas de esfuerzo de la principal empresa del país. Los que fuimos siempre críticos del proceso de entrega del patrimonio nacional podemos demostrar, a través de documentación fehaciente, que existen en los archivos de las distintas instituciones que representan a los expendedores, cuál fue el verdadero papel que desempeñaron los firmantes de este documento crítico y extemporáneo.

* Presidente y secretario de la Asociación de Estaciones de Servicios Independientes (AESI).