Aunque sin referirse a ningún país en particular, el presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, sentenció ayer que Latinoamérica “carece del entorno adecuado” para que las empresas extranjeras inviertan. Lo singular es que lo dijo el mismo día que la firma hispana dio a conocer su intención de multiplicar por siete la producción gasífera en uno de los campos que explota en Bolivia y que tuvo otro importante hallazgo de hidrocarburos en la zona petrolera brasileña de Santos.

La primera curiosidad, en rigor, surge del hecho de que Brufau haya salido al ruedo con un discurso tan duro y cuestionador de las políticas oficiales que se instrumentan en la zona. “La media de la región carece del entorno adecuado para que lo público y lo privado convivan. Esa es la parte negativa”, declaró ayer el ejecutivo desde Madrid.

Brufau no dio ninguna precisión acerca de si incluye a la administración argentina en ese juicio. Repsol se vio parcialmente marginada de su participación en el negocio hidrocarburífero local cuando admitió el ingreso del banquero y constructor Enrique Eskenazi. Públicamente, sin embargo, había saludado la incorporación de un socio argentino a la compañía, quizás avalando en público la voluntad del gobierno local que cuestionaba en privado.

La región latinoamericana “es la que ha perdido más inversión exterior en la última década”, apuntó el directivo. “El dinero quiere estabilidad” y para ello pidió a las instituciones “hacer un esfuerzo para intentar trabajar en la gobernabilidad de las economías”. El remanido reclamo de seguridad jurídica está dirigido de un modo directo a aquellos países en los que los españoles tienen inversiones, como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina y Brasil. En casi todas estas naciones hubo modificaciones al marco legal que contiene el negocio de las petroleras que, aun así, sostuvieron sus emprendimientos y su rentabilidad en la región.

Ayer mismo, Repsol hizo saber que prevé incrementar de los actuales 2 millones de metros cúbicos diarios a 14 millones la producción de gas en el campo boliviano de Margarita, próximo a la sureña Tarija. Este desarrollo se realiza bajo una forma jurídica diferente, luego de una dura negociación con el gobierno de Evo Morales, que modificó los contratos.

Más entusiasma a la empresa que, como líder de una sociedad conformada con Petrobras, entre otras compañías, haya realizado otro extraordinario hallazgo de un pozo petrolero en la costa paulista de Santos, con capacidad para 1570 millones de barriles diarios y más de 370 mil metros cúbicos de gas.