La venta de maquinaria agrícola por unidades cayó un 61 por ciento en el primer trimestre del año, mientras que la facturación de las empresas del sector se desplomó un 70 por ciento, según informó ayer el Indec. Este resultado incluye tanto a las compañías que elaboran maquinarias en plantas localizadas en el país para exportar como a las que comercializan productos de origen importado. Por otro lado, la proyección de la zafra sojera de este ciclo volvió a caer a 32,8 millones de toneladas, frente a los 34 millones estimados hace siete días desde la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

El mayor deterioro para la industria de la maquinaria agrícola se produjo en la comercialización de sembradoras, cuya venta en el primer trimestre fue de 148 unidades, un 73 por ciento menos que en el mismo período de 2008. Por su parte, entre enero y marzo se vendieron 274 cosechadoras, lo que implicó una baja del 71 por ciento contra las 948 del mismo período del año anterior.

Con este nivel de ventas, la facturación fue de 306,5 millones de pesos, lo que representó también una baja de 70 por ciento contra los 1015,2 millones del año anterior. La mayor caída en facturación se observó en cosechadoras y tractores con una baja del 71 por ciento en cada uno de ellos.

En el caso de los tractores se facturaron 152,5 millones de pesos, contra 537,1 millones del primer trimestre de 2008. Mientras que por cosechadoras se facturaron 55,7 millones, contra 198 millones de pesos.

Por otro lado, las perspectivas para la cosecha de soja siguen retrocediendo. Cuando se lleva trillado el 89,4 por ciento de la superficie apta, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que los rindes están en torno de las dos toneladas por hectárea, una de las más bajas en la historia del cultivo en el país.

Los precios, en tanto, comenzaron a mostrar un escenario más favorable que en otros meses, debido a la ajustada relación que se presenta entre la oferta y la demanda internacional de la oleaginosa, debido a la menor zafra que habrá en el país como en los Estados Unidos. La estimación de producción final quedó en las 32.800.000 toneladas.