Manipulación o diferencias metodológicas. Datos “truchados” o deficiencias en reflejar la sensación económica de la sociedad respecto de los precios y otras cuestiones. Los informes del Indec están bajo cuestionamiento, pero no es lo mismo decir que el organismo hace “trampa” con los datos que criticarle “errores metodológicos”. En el Indec se entrecruzan un conflicto político y otro técnico, según la interpretación que cada cual haga sobre qué tipo de discusión o disputa debe darse hoy para superar una situación de extremo descrédito. Ayer, los que proponen una salida técnica intentaron plantar posición respecto de esa discusión, pero en un terreno ajeno, la calle: el de la confrontación política. Los responsables de la elaboración técnica de los indicadores del instituto de estadísticas marcharon junto a sectores gremiales (UPCN) que defienden a la actual conducción del Indec. A pocas cuadras, a la misma hora, comenzaba a concentrarse el núcleo gremial (ATE listas Verde y Violeta) que confronta con la conducción de Ana Edwin en el Indec, acompañado de técnicos desplazados de cargos jerárquicos y de políticos de oposición. El objetivo era marchar justamente hacia el mismo punto: las puertas del organismo. El cruce no pasó a mayores. El debate, tampoco.

La concentración de los “defensores” de la conducción se anticipó a la tradicional marcha de ATE de cada mes, en el día en que el Instituto anuncia los índices de precios. Unos 300 empleados se reunieron entre las puertas vidriadas del Indec y el Monumento al general Roca, sobre la Diagonal Sur, para expresar su apoyo a la actual directora, Ana Edwin.

El director de Planeamiento del Instituto, Norberto Itzcovich, orador “técnico” del acto, defendió la metodología del índice de precios al consumidor y descalificó los cuestionamientos privados de las mediciones. “No hay ningún instituto privado en capacidad de realizar la cantidad y variedad de mediciones que realiza el Indec, que en el caso del IPC considera seis mil muestras en negocios de todo el país.” Recordó que cuando esta metodología se puso en consideración de organismos internacionales “no mereció ninguna objeción”. Recientemente, en el mes de febrero, el Indec tuvo oportunidad de exponer la metodología de sus mediciones en un encuentro con funcionarios del FMI, el Banco Mundial y el Banco Internacional de Ajustes de Basilea, recordó, y resultó “similar a la de los principales países del mundo”.

Las palabras de Itzcovich no lograron despejar todas las dudas, porque al mismo tiempo que hacía su exposición la atención estaba puesta en la columna de manifestantes de ATE que se acercaba al lugar, acompañada por figuras de oposición a derecha e izquierda (Ricardo Gil Lavedra, Enrique Olivera, Luis Zamora, Vilma Ripoll, Cristian Castillo, Eduardo Macaluse). La presencia de la Policía Federal evitó el contacto entre manifestantes de una y otra vertientes, pero desde ese momento todos estuvieron pendientes de la posibilidad de un eventual choque.

Si la solución es política, no pasará por el Indec. Si es técnica, las autoridades del organismo y de la conducción económica deberán encontrar un ámbito más apto para dar el debate metodológico. Pero no en las puertas del Indec, donde ayer concurrieron las fuerzas leales convocadas, se presume, por Guillermo Moreno. El día de ayer pasó sin incidentes que lamentar, pero sin debate que celebrar. Sin solución ni un camino que apunte hacia ella. Eso sí es lamentable.