Brasil, Rusia, India y China (BRIC) quieren reducir su dependencia con el dólar en el intercambio comercial entre ellos. Los países miembros del BRIC están analizando una serie de posibilidades para no tener que comerciar con dólares. Argentina y Brasil impulsaron el año pasado un sistema de pagos para realizar las operaciones en moneda local. Los mandatarios de Rusia y China volvieron a mencionar la intención de sus gobiernos de impulsar una moneda supranacional que desafíe la hegemonía global del dólar.

El anfitrión del encuentro fue el presidente ruso Dimitri Medveded, que consideró que “la cumbre de los BRIC debe crear las condiciones para un orden mundial más justo”. Entre las posibilidades que contemplaron los gobernantes está la de diversificar sus inversiones financieras hacia activos de los países en desarrollo. “Podríamos invertir una parte de nuestras reservas no sólo en bonos del Tesoro estadounidenses y europeos, sino también por ejemplo en los instrumentos financieros emitidos por nuestros socios del BRIC”, afirmó poco antes de la apertura de la cumbre el principal consejero económico del Kremlin, Akadi Dvorkovich.

En la reunión participaron además del presidente ruso, su homólogo brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente chino Hu Jintao y el primer ministro indio Manmohan Singh. Según Lula, “hay cada vez más esperanzas depositadas en que nuestros cuatro países sean capaces de ejercer un liderazgo responsable con el fin de ayudar a reconstruir un gobierno global y un crecimiento sostenible para todos”.

Desde que comenzó la crisis económica mundial, el BRIC reclama una reestructuración del sistema financiero internacional y en particular una reducción de la supremacía del dólar. Brasil y China están impulsando medidas a nivel regional para desdolarizar las relaciones comerciales con sus principales socios comerciales. Además el gobierno chino ofreció a algunos países, como Argentina, la posibilidad de acceder a un swap de monedas para hacer frente a las turbulencias financieras que puedan surgir por la crisis internacional.

Entre los principales reclamos de este grupo de países está la creación de un sistema de supervisión supranacional del sistema financiero internacional, la eliminación de los subsidios a la agricultura que perjudica a sus exportaciones y fondos para la adaptación tecnológica de los países en vías de desarrollo. Además Lula volvió a insistir con la necesidad de “reformar el sistema de votos y cuotas de las instituciones de Bretton Woods para que se pueda oír la voz de los países en vías de desarrollo”.