El gobierno brasileño anunció que mantendrá diversas reducciones tributarias vigentes desde hace nueve meses para contrarrestar los efectos de la crisis económica mundial. El ministro de Hacienda, Guido Mantega, indicó que las exenciones impositivas dispuestas oportunamente en favor de automóviles, bicicletas, electrodomésticos y materias para la construcción se mantendrán hasta fin de año. También informó que se establecerán nuevas reducciones de impuestos para el trigo, la harina y el pan, cuya vigencia se extenderá hasta fines del año próximo, para “ayudar a las personas más pobres”.

Según el Ministerio de Hacienda, las medidas anunciadas ayer supondrán un sacrificio fiscal de 3342 millones de reales (aproximadamente 1700 millones de dólares), que tendrán el efecto de una inyección en forma directa de fondos en la economía brasileña.

El ministro indicó que estas medidas complementan las que ya han sido adoptadas durante los últimos nueve meses. Mantega recordó que, desde que comenzó la crisis global, el Gobierno ha propiciado una continua bajada de los tipos de interés, la expansión del crédito, la reducción de impuestos, el aumento de la inversión pública y, fundamentalmente, ha mantenido los recursos dirigidos a los programas sociales.

Mantega admitió que la crisis impactó con fuerza en Brasil, que en el primer trimestre de este año entró oficialmente en recesión, pero reiteró su opinión de que ese cuadro será revertido este mismo año.