La Mesa de Enlace se reunirá hoy a las 14 en la sede porteña de la Federación Agraria Argentina para analizar cuáles serán sus próximos pasos, con la presencia de los cuatro presidentes de las entidades agropecuarias que la conforman. En principio, la intención sería pedir una audiencia con funcionarios oficiales para reiterar los históricos reclamos del sector y si no se obtienen resultados concretos redoblar la presión a través del Congreso, como lo hicieron en los últimos conflictos. La lista de pedidos incluye una baja de las retenciones a la soja, el trigo y el maíz, apertura de los mercados de exportación, aumentos en los precios del ganado, la leche y el trigo y la flexibilización de las regulaciones que aplica la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario.

Incluso apuestan a que la amenaza que supone para el Gobierno un avance a través del Congreso lleve a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a flexibilizar su posición. De hecho, el año pasado lograron reunir las voluntades necesarias para bloquear la resolución 125 y en marzo de este año forzaron una sesión especial donde estuvieron a poco más de 20 votos de lograr la aprobación de un proyecto que fijaba una rebaja adicional de las retenciones. Ahora volverán a insistir con el argumento de que la población respaldó sus reclamos en las urnas. Lo justifican diciendo que los partidos que respaldaron los pedidos de la Mesa de Enlace obtuvieron en conjunto cerca del 60 por ciento de los votos.

Hoy parecía que iban a comenzar a desandar el camino legislativo en la reunión de la Comisión de Agricultura, pues el vicepresidente de ese organismo, el macrista Christian Gribaudo, había indicado días atrás que “debemos hacer el esfuerzo para consensuar una ley marco rural que contemple retenciones segmentadas, emergencia agropecuaria, la liberación del comercio exterior, lechería y ganadería”. Sin embargo, ayer el titular de la comisión, el kirchnerista Alberto Cantero, informó que el encuentro quedó suspendido. El motivo que se indicó para justificar la decisión es el escaso personal administrativo que tiene actualmente Diputados, debido a las licencias a empleados y medidas adoptadas para prevenir el contagio de la gripe A. La oposición se reunirá igual, pero la comisión no sesionará formalmente.

La intención del kirchnerismo es demorar el avance de la oposición en esos espacios, al menos hasta que se termine de consensuar un acuerdo con los gobernadores peronistas que le permita frenar la embestida. Sin embargo, varios referentes del PJ están exigiendo algunos cambios de política y la salida de funcionarios que constituyen un freno para esos cambios, como el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Mientras todo siga igual pareciera difícil consolidar ese bloque propio y la incertidumbre en el Congreso se incrementará.