Después de algo más de un mes de haber presentado la quiebra, General Motors está lista para regularizarse. El Estado norteamericano será el propietario de más del 60 por ciento de los activos de la empresa. La firma con sede en Detroit será absorbida por una nueva compañía denominada General Motors Company (GMC), cuya propiedad estará repartida entre los Estados norteamericano y canadiense, los trabajadores nucleados en el sindicato y acreedores de GM.

El juez Robert Gerber, del Tribunal de Quiebras de Nueva York, aprobó la venta de los activos rentables de General Motors a la nueva General Motors Company, creada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Este jueves termina el plazo para que los acreedores presenten objeciones jurídicas contra el plan de rescate. El presidente de GM y futuro titular de GMC, Fritz Henderson, dijo que no espera que las eventuales objeciones detengan el proceso de creación de GMC.

El juez Gerber manifestó que “la única alternativa a la venta inmediata es la liquidación, un resultado desastroso para los acreedores de GM, sus empleados, los proveedores que dependen de GM y las comunidades en las que GM opera”. El Tesoro estadounidense había anunciado que el 10 de julio cortaría el financiamiento de no darse la regularización.

El gobierno de los Estados Unidos se alzará con el 60,8 por ciento de GMC, aportando 50 mil millones de dólares. El gobierno canadiense controlará el 11,7 de la empresa. El resto será repartido entre el sindicato United Auto Workers (UAW), con un 17,5 por ciento, y los acreedores, que tendrán el otro 10 por ciento, ambos con la posibilidad de ampliar posteriormente su participación al 20 y 25 por ciento, respectivamente. El gobierno estadounidense sostuvo que abandonará su participación en GMC en 2010, tan pronto se lance una oferta pública de acciones.

La compañía aseguró que las filiales fuera de Estados Unidos serán compradas por GMC y no prevé que haya cambios en la operatoria. En la filial argentina, con la planta fabril en Rosario, aseguran que “el proceso de compra de GM no tiene ningún tipo de implicancias sobre el desarrollo de la sede local”. Hace unas semanas el Gobierno asistió financieramente a la filial con 70 millones de pesos a través de la Anses para un modelo nuevo de la firma.