El nuevo monotributo está a las puertas del Congreso. El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, confirmó ayer que en los próximos días analizará junto al flamante ministro de Economía, Amado Boudou, la iniciativa para luego presentársela a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El objetivo del Gobierno es avanzar en esta medida cuanto antes, para tenerlo listo no bien comience a funcionar a pleno el Congreso, luego del receso invernal. El proyecto contempla elevar a 200 mil pesos el tope anual de facturación para las locaciones y servicios, mientras que para el resto de las actividades sería de 300 mil pesos.

“Estuvimos trabajando muy fuertemente con distintos sectores involucrados, como el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, con la Universidad de Buenos Aires, también con la CGT, por el impacto que tendrá la medida en obras sociales, y con la Anses (ahora a cargo de Diego Bossio)”, señaló ayer Echegaray.

“Se arribó a un proyecto relativamente consensuado y en los próximos días estaremos charlando con el ministro (Boudou) sobre en qué oportunidad será elevado a la presidenta de la Nación para que el Congreso le dé tratamiento durante el actual semestre”, aseguró el titular de la AFIP. Según señaló Echegaray, a partir de la llegada de Boudou al Ministerio de Economía habrá un trabajo de mayor coordinación entre esa dependencia y la AFIP.

Actualmente, los topes de facturación del monotributo son de 72 mil pesos anuales para locaciones y servicios, y de 144 mil pesos para el resto de las actividades. El nuevo monotributo se establece en función de los ingresos brutos y magnitudes físicas (superficie afectada y energía eléctrica consumida). Los límites ascenderán a 200 mil pesos el tope anual de facturación para las locaciones y servicios, mientras que para el resto de las actividades el máximo para mantenerse dentro del régimen será de 300 mil pesos.

En lo que se refiere a los nuevos valores, tanto de la facturación como de los aportes de cada escala, el proyecto sería similar al que había dejado trascender el Gobierno en los últimos meses de 2008. En el primer escalón se ubicarían quienes facturen hasta 35 mil pesos anuales –en lugar del monto actual de 12 mil pesos–. Dentro de esta categoría se realizaría un pago impositivo mensual de 60 pesos, aunque el valor subiría a 90 pesos para los profesionales.

Además se creará una nueva categoría para aquellos monotributistas que se dediquen a la venta de bienes muebles y que empleen una cantidad mínima de personas en relación de dependencia que va de uno a tres trabajadores. En ese caso, la cuota sería de 2880 pesos, para un tope máximo de 300 mil pesos.

Para las escalas ya existentes, no se modifican los montos del impuesto integrado. Pero en el caso de las nuevas aparecen fuertes diferencias, que llegarían a 970 pesos entre la última y penúltima categoría del sector servicios. Con relación a la seguridad social, subirían de 35 a 110 pesos el aporte jubilatorio, y de 46,75 a 70 pesos el costo de la obra social.

El titular de la CGT, Hugo Moyano, estuvo presionando en los últimos meses para aumentar los aportes que realizan los monotributistas hacia las obras sociales porque, según la visión del camionero, lo que pagan los trabajadores en relación de dependencia termina como subsidio para los monotributistas.

Por otro lado, Echegaray defendió la apertura dialoguista de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y recalcó que en su reunión con la Unión Industrial Argentina, realizada el martes pasado, “se abrió una instancia de construcción permanente del diálogo y la búsqueda de consensos”. El funcionario tiene previsto mantener una serie de encuentros con otros sectores empresarios, incluido el agropecuario.