ECONOMíA
› ARGENTINA NO PAGO EL VENCIMIENTO DE UNA CUOTA DEL CAPITAL DE UN CREDITO DEL BANCO MUNDIAL
El default también es para los organismos
Si bien no se ha declarado formalmente la cesación de pagos con el FMI, BM y BID, el gobierno de Duhalde incumplió uno de los compromisos debido a la inflexibilidad del Fondo para firmar un acuerdo. De todos modos, la negociación sigue abierta.
› Por David Cufré
Roberto Lavagna viajó a Washington sabiendo que las posibilidades de volverse con un acuerdo eran cercanas a nulas. Más allá de que Eduardo Duhalde y Alfredo Atanasof dijeran que el convenio estaba “más cerca que nunca”, el ministro era consciente de que el FMI lo esperaba con la misma respuesta que en su momento les dio a Jorge Remes Lenicov y a Domingo Cavallo, cuando éstos fueron a jugarse en vano su última “patriada”. Por eso el ministro tomó el avión dejando en su despacho un Plan B. Página/12 reveló el último martes que las diferencias con el organismo eran importantes y que el panorama era desalentador. La idea del Gobierno era no cubrir el vencimiento de 805 millones de dólares con el Banco Mundial, pero la decisión final se tomaría en función del resultado de las reuniones con las autoridades del Fondo. El encuentro de anteayer de Lavagna con la subdirectora Anne Krueger fue tan malo como se preveía. “En estas condiciones no podemos avanzar”, le explicó el ministro a Duhalde en la noche en que empezó a decidirse extender el default.
Una de las múltiples exigencias de Krueger que sorprendió a Lavagna fue que el Congreso debía emitir una declaración pública comprometiéndose a no prorrogar la suspensión de las ejecuciones a los deudores morosos, ni modificar la Ley de Quiebras. Ya no bastaba con que el Gobierno hubiera convencido a sus legisladores a no hacer nada de eso, ahora hacía falta un comunicado firmado por todo el Congreso. La justificación para semejantes pedidos de fuentes allegadas al FMI es que el organismo desconfía de la dirigencia argentina. Más allá de los gestos que pueda hacer el Poder Ejecutivo, duda del comportamiento de los legisladores, de la Corte Suprema y de la Justicia en general.
La lectura de Lavagna, compartida por Duhalde, fue que no tenía sentido seguir dando muestras de “razonabilidad” política y al mismo tiempo ceder reservas para cumplir con los organismos. Esa fue la estrategia de Remes Lenicov que terminó dejando al país en camino de una híper y con el dólar cada vez más alto. Cerca de Lavagna consideran que de haberle pagado al Banco Mundial, el Gobierno se hubiera quedado sin fuerza para negociar.
Ayer a las 11 de la mañana el jefe de Hacienda fue a verlo al vicepresidente del Banco Mundial, David De Ferrantis, y le comunicó oficialmente que Argentina cubriría sólo el vencimiento de intereses por 79,2 millones de dólares y dejaría impago el de capital por 591 millones. Tampoco se cubriría una deuda por 135 millones del Banco Central con esa entidad. El Gobierno extendió así la cesación de pagos a uno de los organismos internacionales, rompiendo con una práctica mantenida desde principios de año. Lavagna dejó una carta para el presidente del BM, James Wolfensohn, quien se encuentra de licencia por enfermedad. Allí le explicaba que las autoridades argentinas son “conscientes de las implicancias de la situación, pero en este contexto” tienen que “dar prioridad a preservar el fortalecimiento financiero y al financiamiento de las necesidades sociales”.
Por la tarde hubo otro encuentro con Krueger y con Anoop Singh. La versión oficial fue que se trató de la mejor reunión en meses. Otra versión, de economistas argentinos que tienen contacto con funcionarios del Fondo, fue que en realidad la desconfianza en el Gobierno y en la dirigencia persiste, que el gesto de Lavagna de incumplir con el Banco Mundial es “muy grave” y que parece improbable que vaya a firmarse cualquier acuerdo con esta administración. “Lavagna se jugó a su plan. Lo demuestra que haya bajado el IVA el mismo día del default, desafiando al Fondo. El Gobierno podría haberle pagado al Banco Mundial y recibido un crédito del organismo por 600 millones. Los vencimientos de diciembre eran bajos y recién en enero había que pagar montos importantes. Si el Gobierno hubiese querido, podría haber seguido negociando hasta enero”, dijo el hombre de la city. En el Gobierno sostienen que esa lectura es interesada y que es un grave error suponer que se rompió la negociación con el FMI. En rigor, un comunicado que el organismo emitió anoche, con la firma de Krueger, enfatiza que las negociaciones continúan. También señala que “hubo importantes progresos en las reuniones con el ministro y su equipo esta semana”. “Las autoridades también han estado de acuerdo en la necesidad de buscar consenso con los líderes políticos”, precisa, y confirma que hay diferencias por el déficit fiscal de las provincias. Finalmente, anuncia que se refinanciará un vencimiento por 141 millones de dólares que la Argentina debía pagar el próximo viernes.
Otro comunicado, del Departamento del Tesoro, subrayó primero que “le encomendamos al Gobierno argentino cumplir sus obligaciones con los organismos financieros internacionales”. Después remarca que “dejar de hacer un pago es una cuestión seria”. Sin embargo, en un párrafo posterior abre una puerta al señalar que “a pesar del incumplimiento, las conversaciones entre la Argentina y el Fondo pueden continuar”. “Pensamos que el acuerdo es posible y deseable”, concluye.
En Economía y en otros ámbitos del Gobierno sostienen que la reunión con gobernadores y legisladores que Duhalde convocó para el próximo lunes es crucial. El propio Duhalde dijo ayer que “ellos deben decirnos qué quieren hacer”. Las opciones son emitir una fuerte declaración de respaldo al Gobierno y de aceptación de las exigencias del FMI o alejar todavía más la posibilidad de un acuerdo. En el Palacio de Hacienda indicaron que si el respaldo es fuerte, en las próximas semanas puede venir una misión del FMI a reencauzar las negociaciones.
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