El desempeño local de Repsol-YPF, multinacional con firme liderazgo en la Argentina, presenta, al igual que a nivel global, resultados negativos. El ingreso neto de la filial local de la petrolera en los primeros seis meses del año cayó un 30 por ciento con respecto al mismo período del año pasado, en sintonía con los obtenidos a nivel mundial, que fueron un 58 por ciento menores a 2008 en el semestre. La empresa relaciona la caída en la filial argentina a la baja en la demanda y a las políticas oficiales. No es la primera queja de los españoles hacia el Gobierno, pese a que en el resto del mundo la situación no es diferente. Este mes, los precios de sus combustibles aumentaron alrededor de un 7 por ciento al público, en un mercado bajo seguimiento del Gobierno pero sin controles estrictos.

En los primeros seis meses del año, YPF, filial argentina de Repsol, obtuvo una ganancia de 452 millones de euros, unos 2440 millones de pesos. Esto representa un 30 por ciento menos que en 2008. La compañía explicó la caída en el resultado por la baja en la demanda, que no logró compensar el aumento de precios del gas en boca de pozo, autorizados oficialmente, y de los combustibles. En el semestre, la producción en YPF fue de 599.000 barriles por día, con un descenso de 2,1 por ciento frente al mismo período del año anterior. Las inversiones sumaron 437 millones de euros.

El informe de YPF no ahorra críticas a las políticas que lleva adelante el gobierno de Cristina Kirchner, ya que atribuye los menores ingresos por ventas no sólo a la fuerte caída en la cotización internacional, sino también a las retenciones a la exportación y a la ausencia de un impulso mayor al tipo de cambio. No es la primera vez que se explayan en contra de la gestión de Cristina; ya lo habían hecho hace unas semanas al presentar un informe ante la Comisión Nacional de Valores de Mercado en España.

Los directivos de la empresa han manifestado últimamente su voluntad de vender una parte adicional de la filial argentina, que representa un 55 por ciento de los ingresos totales. Actualmente, el 84,5 por ciento del paquete accionario de YPF lo tiene Repsol, mientras que el 15,5 por ciento pertenece al grupo argentino Petersen, con la posibilidad de ampliar su participación a un 25 por ciento. Las versiones que circulaban marcaban como posibles compradores a dos poderosas petroleras chinas, en el marco de una estrategia global del gigante asiático por tomar el control de la exploración de este recurso estratégico. Los españoles estarían dispuestos a desprenderse de otro 20 por ciento de las acciones.

La baja a nivel local está en sintonía con el desempeño global (lo que es lógico teniendo en cuenta el fuerte peso de los negocios en Argentina sobre la multinacional). La empresa explicó la baja de casi un 60 por ciento en sus resultados debido a “una importante caída en el precio internacional de los hidrocarburos, de los márgenes de refinación y la demanda de los productos”. En efecto, el precio del crudo alcanzó hace un año un valor que era prácticamente el doble que el actual. La crisis internacional repercutió sobre los precios de este commodity, fuertemente dominados por las operaciones especulativas.