La prolongada negociación salarial entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la dirigencia empresarial del sector, encabezada por Adimra, podría terminar en las próximas horas tras cinco meses de conflicto. El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se reunió ayer con los representantes de ambas partes y les formalizó una propuesta conciliadora. El posible acuerdo representa una mejora en las remuneraciones de los 220 mil trabajadores del sector que rondará el 18 por ciento, en sintonía con el promedio de las paritarias que ya cerraron. De esta forma, la cartera laboral no sólo pondría fin a la última gran negociación restante del primer semestre sino que, además, evitaría el nuevo paro convocado para mañana por el sindicato. Anoche los funcionarios seguían negociando y puliendo los últimos detalles. Hoy se vuelven a reunir en Trabajo para alcanzar un acuerdo definitorio.

La oferta oficial comenzó a tener forma concreta la semana pasada, después de los dos paros de la UOM en siete días y los incidentes en las puertas del ministerio. Los trabajadores reclaman un incremento del 22 por ciento. Las cámaras empresarias, escudándose en la recesión y la crisis internacional, aseguran no estar en condiciones de otorgar aumentos, y su oferta ronda el 12 por ciento.

“En un conflicto tan largo cuanto más cerca estás más dificultades surgen, porque las partes ya pusieron todo y sostienen que cedieron mucho, pero confiamos en que se llegará a un cierre”, explicaron desde la cartera laboral. Si bien la propuesta tendría el visto bueno de la dirigencia patronal y sindical, ambos sectores estarían terminando de consensuarla al interior de sus instituciones.

Los detalles del esquema de los aumentos no se conocen pero, por la extensión del conflicto –el acuerdo venció en abril–, las cámaras empresarias ya obtuvieron una especie de escalonamiento. A finales de junio, ante la ausencia de un acuerdo, el sector empleador debió pagar 500 pesos no remunerativos por única vez a cuenta de futuros aumentos.

La posición de las cámaras encabezadas por Adimra, que preside el ex titular de la UIA Juan Carlos Lascurain estuvo muy dura desde el comienzo de la negociación. “Es un sector muy heterogéneo con más de 20 ramas de actividad y cada una enfrenta un escenario diferente, esto ya genera un problema de nacimiento para negociar, los que andan mal no quieren dar nada y los que sí pueden aprovechan y esperan”, señalaron desde el Gobierno confiados en la posibilidad de terminar con los principales conflictos salariales del primer semestre antes de que vuelvan a la mesa los sectores que negociaron por medio año como Smata.