Empresarios y comerciantes de primera línea se comprometieron a trasladar a los precios de los productos la rebaja de dos puntos del IVA. Para los dirigentes y ejecutivos que ayer se reunieron con Roberto Lavagna, el abaratamiento de los precios se acercará al 1,65 por ciento en promedio. Algunas petroleras, como Repsol-YPF y Petrobras, ya anunciaran rebajas en los combustibles, de entre 1,1 y 1,3 por ciento, a partir de pasado mañana. Sobre la posibilidad de extender la medida más allá de los 60 días, el titular del Palacio de Hacienda la condicionó al “impacto sobre la recaudación” que se registre hasta fin de año.
No bien regresó de su viaje a Washington, Lavagna se encontró con
dirigentes de cámaras de comercio con representación nacional. Estaban las cámaras que representan al pequeño y mediano comercio, los supermercadistas y también los proveedores de servicios. Frente a ellos, el ministro quiso salir al cruce de las estimaciones que auguran un impacto marginal a la rebaja del IVA del 21 al 19 por ciento. A la salida del encuentro, los empresarios manifestaron que Lavagna les había prometido que el descenso del IVA era “el inicio de una rebaja de impuestos al consumo”. No obstante, al brindar su propia conferencia de prensa, el ministro relativizó esos dichos al manifestar que la extensión de la rebaja más allá de fin de año dependía de su impacto fiscal durante los dos meses previstos para su aplicación.
Los empresarios que acudieron a la cita en el ministerio aseguraron que podrán trasladar la medida a los precios a partir de hoy mismo. Como las computadoras ya tienen cargados los precios con IVA de 21 por ciento, el compromiso es que la rebaja se realice en las líneas de caja al momento de la compra. Algunos empresarios, como Ovidio Bolo, referente de los supermercadistas, se mostró de acuerdo con la iniciativa. “Vemos en el Gobierno la tendencia de atacar donde se debe atacar”, resaltó con satisfacción. Los visitantes prometieron a Lavagna que la rebaja promedio de los precios se acercará al 1,65 por ciento.
Los primeros en sumarse a la medida fueron las compañías petroleras, uno de los sectores que más ajustes efectuó desde la devaluación. Tanto Repsol-YPF como Petrobras anunciaron rebajas del 1,1 por ciento en las naftas. Y del 1,3 por ciento en el gasoil. En la española, el litro de nafta costará alrededor de dos centavos menos que hasta ahora: 1,818 la súper y 1,897 la Fangio XXI. La común valdrá 1,631 peso, mientras que el gasoil pasará de 1,299 a 1,283 peso. En Petrobras, la súper costará 1,823 peso y el gasoil, 1,282.
Otro dato positivo atado a la rebaja generalizada del IVA refiere al impacto de la medida en las compras con tarjetas de débito. Como el Gobierno acredita cinco puntos del impuesto cuando se utiliza ese plástico, desde ahora sólo se abonará 14 puntos en vez de 19. En el bolsillo del consumidor, el impacto será levemente superior al actual: en vez del 4,13 por ciento sobre la compra percibirá el 4,20 por ciento.
Alfredo Atanasof, jefe de Gabinete, dio su propia lectura sobre la medida: dijo que tendrá especial impacto ante la proximidad de las fiestas de fin de año y las vacaciones, aunque, en principio, la rebaja se extinguirá a mediados de enero, por lo que sólo podrían aprovecharla únicamente los más adelantados.
Lo cierto es que, tras fracasar en las negociaciones con el Fondo, el Gobierno está decidido a mostrar una imagen bien distinta a la de sus predecesores, con un ministro de Economía que anuncia rebajas impositivas después de viajar a Washington y no al revés, como ocurrió antes.