El ruralista Alfredo De Angeli embistió ayer contra los diputados que votaron a favor de la renovación de las facultades delegadas y advirtió que en los próximos días redoblarán la presión para evitar que los senadores sigan el mismo camino. “Me dan mucha pena esos diputados que votaron, tendrían que hacer un gesto y donar sus dietas. Al conceder las facultades delegadas ya no tienen trabajo en el Congreso”, manifestó para luego concentrarse en la votación del jueves próximo: “Desde mañana (por hoy) habrá gente de las provincias que va a ir a ver a sus senadores para ver si los quieren representar en el Congreso o le quieren delegar las facultades al Ejecutivo”, sostuvo. El objetivo de los dirigentes del agro es recrear el clima previo a la votación de la Resolución 125 en el Senado, cuando gracias a la presión pública que ejercieron lograron revertir una votación que parecía perdida y voltear las retenciones móviles en julio del año pasado.

En aquella ocasión, los ruralistas superaron la desazón que les había generado la derrota en Diputados y decidieron combinar el lobby parlamentario con la movilización en las calles para tratar de condicionar el voto de los senadores más dubitativos. La estrategia incluyó cortes de rutas, asambleas en los pueblos, armado de carpas en la Plaza del Congreso, reuniones para “conversar” con los legisladores y una multitudinaria manifestación en el Monumento de los Españoles.

El jueves pasado, el titular de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, afirmó que intentarán evitar la prórroga de las facultades delegadas. “Vamos a ir a ver a senador por senador y dar pelea”, afirmó. Ayer De Angeli recogió el guante y siguió con esa arenga campestre que intenta identificar a los sojeros que desean incrementar sus ganancias con el conjunto de los pueblos del interior del país. “El Gobierno tiene un resentimiento con el campo y muchos legisladores también, porque no entienden la situación del campo profundo. Los dirigentes del campo estamos preocupados por el futuro de la Nación y por el futuro de nuestros pueblos, porque este gobierno ha hecho un negocio de la pobreza y quiere fabricar más pobres”, afirmó. Luego remarcó que “hay que hacerles entender (a los legisladores) que son representantes de las provincias y no del ex presidente Néstor Kirchner”, remató.

No es la primera vez que De Angeli embiste contra los legisladores. El año pasado afirmó que les iba a enseñar cómo votar cuando faltaba poco para que el Congreso decidiera el futuro de la 125. Además, a comienzos de este año amenazó al presidente de la Comisión de Agricultura, Alberto Cantero. “Cantero tiene que convocar a la comisión por el bien de sus hijos y de sus nietos o es que prefiere migrar”, aseguró en marzo.

Quien le salió a responder ayer a De Angeli fue el líder de la corriente Libres del Sur, Humberto Tumini. “El señor De Angeli, que evidentemente no trabaja, o se dedica sólo a estar en el Congreso apretando legisladores para que les defiendan sus intereses, podría bien predicar con el ejemplo y donar sus ganancias sojeras a los barrios pobres de nuestras ciudades”, señaló, en respuesta al pedido de De Angeli para que los diputados donen sus ingresos. El dirigente agregó que ya que “los dirigentes de las organizaciones agrarias nucleadas en la Mesa de Enlace parece que han descubierto ahora que hay pobreza en nuestro país, podrían donar algo de sus enormes ganancias para paliarla”, agregó.

Otro de los que intervino fue el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, pero lo hizo en respaldo de la Mesa de Enlace. “Creemos que es un error aplicar retenciones en todas aquellas producciones que tienen una situación ajustada entre los precios y las ganancias”, remarcó al inaugurar la 102ª Expo Rural de Rafaela. Luego valoró que “a pesar de tantas dificultades los productores siguen creyendo en lo que hacen, siguen produciendo, siguen esperando tiempos mejores con una gran convicción, que compartimos, de que la Argentina sale adelante con el campo”. Por último, el gobernador socialista consideró que “se necesita un plan integral para el campo, en cuya elaboración deben poder participar las provincias”. “Se terminó la forma de indicar con el dedo: esto sí, esto no, como pudo pasar en otras épocas”, sostuvo.