Mar 08.09.2009

ECONOMíA  › ENTREVISTA AL MINISTRO DE ECONOMíA DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, ALEJANDRO ARLíA

“Nunca pensamos en emitir cuasimonedas”

El déficit de las provincias sumará este año unos 8000 millones de pesos. Buenos Aires concentra 5000 millones de ese total. La cartera de Hacienda de la administración Scioli asegura que la situación está bajo control y que tiene ayuda del gobierno nacional.

› Por Roberto Navarro

Este año se estima que las provincias tendrán un déficit fiscal de unos 8000 millones de pesos. De ese total, la provincia de Buenos Aires contabiliza casi 5000 millones. Página/12 entrevistó al ministro de Economía bonaerense, Alejandro Arlía, quien aseguró que “en ningún momento pensó en financiarse con la emisión de cuasimonedas, hecho que sería ilegal”. El funcionario señaló que “no hay ningún conflicto entre la provincia y la Nación”. Y dice que está recibiendo apoyo de la presidenta Cristina Fernández. Arlía aseguró que el déficit de su provincia es estructural y que sólo se arreglará con una distribución distinta de los impuestos nacionales.

–¿Cuál es la estimación del déficit para este año?

–Seguimos trabajando con una estimación de unos 5000 millones de pesos. El saldo negativo se basa, fundamentalmente, en los importantes aumentos salariales otorgados en los últimos dos años. También en algunos problemas derivados de las crisis financiera internacional. Ambas cuestiones obligaron al Estado provincial juntamente con el Estado nacional a subsidiar el mantenimiento de puestos de trabajo. También dimos subsidios a las tasas de interés de los créditos que el Banco de la Provincia de Buenos Aires ha otorgado a pequeños y medianos productores. La sequía y la gripe A fueron factores que atentaron contra la recaudación tributaria y que también impactaron sobre el gasto, por la mayor necesidad de la presencia del Estado provincial atendiendo todas las consecuencias derivadas de estos problemas, que no estaban previstos. Así, aunque como resultado de la reforma fiscal de 2008 Buenos Aires consiguió el mayor aumento de recaudación del país, con una suba del 27 por ciento en los ingresos, igual se profundizó el déficit porque el gasto aumentó un 33 por ciento.

–¿Cuánto significa el déficit estimado en términos del PBI?

–Representa aproximadamente el 1,6 por ciento del PBI. El problema es que en el país es difícil financiarse.

–¿No reciben el apoyo del gobierno nacional?

–Se han publicado notas que señalaban que estábamos disconformes con el apoyo que recibimos. No es cierto. Este es un gobierno que trabaja en el mismo proyecto político que encabeza la presidenta Cristina Fernández. Estamos muy agradecidos por el acompañamiento del gobierno nacional. Entiende que la provincia cedió demasiados recursos de coparticipación y el gobierno nacional los suplanta con mucha asistencia vía programas sociales, obra pública y financiación.

–¿El problema no es estructural en la provincia?

–En parte el déficit es explicado por esas cuestiones, pero la provincia de Buenos Aires en los últimos quince años sólo en 2004 tuvo superávit fiscal. Y eso que pasamos por los mejores seis años de la economía nacional de toda la historia y que todavía los salarios públicos están muy deprimidos. Este déficit estructural tiene que ver con un compromiso de gastos, con tener demandas sociales que están por encima de su capacidad de generar recursos propios y, por otro lado, producto de la pérdida de puntos de coparticipación. La creación de un fondo de reparación histórica o fondo del conurbano en 1995, que se congeló en 350 millones de pesos, fue un parche. Su participación inicial era del 10 por ciento sobre el impuesto a las ganancias; este año es del 1,1 por ciento.

–¿El déficit estructural se salda sólo con una nueva ley de coparticipación?

–Con una reforma en la distribución de los impuestos nacionales que compense esta pérdida de coparticipación. Con respecto a una nueva coparticipación, tiene que haber una redistribución regional y territorial para que se vayan corrigiendo las asimetrías de desarrollo que hay entre distintos lugares de la Argentina. Pero creemos también que el esfuerzo de la provincia de Buenos Aires en materia redistributiva excede sus posibilidades. ¿Qué quiere decir esto? Que la provincia en la que habita aproximadamente el 40 por ciento de los pobres totales que viven en la Argentina no puede recibir sólo el 22 por ciento de las transferencias de los recursos de origen nacional. Es una provincia que genera el 35 por ciento de la recaudación tributaria nacional, pero sólo recibe el 22 por ciento. De todas maneras, estamos trabajando en la mejora de nuestra propia recaudación.

–¿Cómo?

–Con instrumentos que tienen que ver con la exposición patrimonial de los contribuyentes. El impuesto inmobiliario y el impuesto en los automotores en las altas gamas serán objeto de revaluaciones fiscales y de ser posible van a tener aumentos. Y vamos a seguir con nuestra política de extensión impositiva y de rebajas de impuestos sobre las casas de menos valuación fiscal, tratando de asociar cada vez más la recaudación tributaria con la generación de riqueza. Queremos que nuestra recaudación tributaria esté ligada al comportamiento de la actividad económica. Vamos a trabajar en algunas cosas que no han sido afectadas por la reforma de agosto de 2008. Vamos a buscar que aquellos sectores de mayor rentabilidad paguen más impuestos. Y lo mismo estamos evaluando respecto del impuesto inmobiliario rural, en el cual tenemos que diferenciar claramente que, en el promedio, la contribución de los inmuebles rurales es muy baja. Tenemos realidades que son distintas: hay campos donde la producción está afectada por la sequía o porque los productos que se generan en esas regiones no tienen una alta rentabilidad, mientras que hay otras regiones donde la actividad agropecuaria es sumamente ventajosa, con alta rentabilidad, y que sin embargo las valuaciones fiscales no han tenido un comportamiento relacionado con el comportamiento del valor de mercado de las propiedades y mucho menos con la rentabilidad que se ha ido obteniendo.

–¿El déficit del año que viene va a ser menor?

–El déficit de 2010 en términos financieros va a ser parecido al de 2009. Vamos a hacer un presupuesto muy austero, donde vamos a priorizar las cuestiones sociales, la lucha contra la pobreza y la indigencia, las cuestiones productivas que generan riqueza y puestos de trabajo y atacar fuertemente el flagelo de la inseguridad y todo lo que tiene que ver con una lucha frontal que el gobernador Daniel Scioli le declaró desde su primer día de gobierno al narcotráfico.

–¿Cómo van a financiar el déficit?

–Adherimos al proyecto que se ha presentado en la Comisión de Presupuesto de Diputados, que propone una suspensión de la ley de responsabilidad fiscal. Es una ley que estaba pensada para tiempos normales del mundo y estos son tiempos anormales del mundo. Argentina ha salido muy bien parada de la crisis internacional, pero ha sufrido evidentemente una desaceleración. Entendemos que la ley que significa que los gobiernos no gasten más de lo que tienen como recursos genuinos no es válida en un mundo en el que el déficit es moneda corriente y lo que se discute es el financiamiento. Este cambio de la ley nos permitiría a nosotros acceder a mercados locales donde hay liquidez suficiente y nos permitiría colocar deuda para gasto corriente, porque necesitamos financiar déficit, financiar gastos corrientes, pagos de salarios, gastos que tienen que ver con la prestación de los servicios básicos.

–¿Cuál es la situación actual: tienen atrasados salarios y aguinaldo, pago a proveedores?

–Hemos logrado mantener, producto de esta coordinación con el gobierno nacional y de nuestra austeridad en el gasto publico, la regularidad de los pagos de salarios y hemos pagado los aguinaldos. Lo que sí tenemos es un retraso con los proveedores. Estamos trabajando con el Banco de la Provincia, que habilitará una línea de descuento de certificados que emite la Tesorería, para que los proveedores puedan por ese mecanismo recibir su pago.

–¿Se analizó la posibilidad de emitir cuasimonedas?

–No, en ningún momento. El gobernador Scioli y todo el gobierno provincial comparte que las cuasi monedas son un producto de un pasado terrible. Descartamos la posibilidad de una cuasimoneda en la provincia y además hay acuerdos firmados entre el gobierno nacional y provincial que prohíben su emisión. Por convicción y por conocimiento de las leyes de la Argentina sabemos que no existe ninguna posibilidad la creación de cuasimonedas y la descartamos de plano en la provincia.

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