El grado de adhesión al canje voluntario de deuda que ajusta por la inflación que mide el Indec estuvo en línea con los cálculos más optimistas. El nivel de aceptación fue del 76 por ciento, gracias a lo cual el Estado nacional pudo reconfigurar tres cuartas partes de los vencimientos hasta 2012 en títulos públicos indexados por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER). Esto quita presión al Indice de Precios al Consumidor que elabora el organismo de estadísticas. Según informó el ministro de Economía, Amado Boudou, se lograron postergar pagos del próximo trienio por unos 7000 millones de pesos y una reducción nominal del stock de deuda de 2000 millones. Además, destacó, la operación fue un paso más hacia la vuelta del Estado a la colocación de bonos en los mercados voluntarios. Durante la presentación de los resultados, el ministro volvió a descartar que se solicite un préstamo al Fondo Monetario –aunque dejó abierta la posibilidad de aceptar las revisiones anuales del artículo IV– y un rápido acuerdo con los holdouts (ver aparte). Los que hayan decidido no participar del canje seguirán cobrando el servicio de esa deuda “sin ninguna dificultad”.

El anuncio se realizó en el microcine de Economía. Tal como sucedió con las últimas conferencias de prensa, Boudou hizo un preámbulo con la importancia de la operación y dejó que el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, avanzara con las precisiones. Ayer finalizó el plazo para canjear algo más de 22.000 millones de pesos de deuda indexada por CER. Se trató de 8000 millones de pesos del Tramo I, constituido por los Bocon PRE9 y PR12, que se inició el viernes 28 de agosto, y unos 14.000 millones del Tramo II, en Préstamos Garantizados 2008 a tasa fija y variable y Boden 2014. El Estado nacional recibió 16.700 millones de pesos, que equivalió a un nivel de aceptación del 76 por ciento. Las ofertas recibidas por el primer tramo fueron por 4616 millones de pesos, alrededor del 58 por ciento, mientras que la segunda parte alcanzó a 12.085 millones, más de 86 por ciento.

La participación privada fue elevada, en torno del 50 por ciento del total. Esto quedó en evidencia con el resultado del primer tramo del canje que comprendía a los inversores minoristas. En el segundo se reunió a los institucionales, con una alta incidencia del Estado, en particular de la Anses. El 70 por ciento de los 12.085 de los bonos reprogramados –unos 8459,5 millones de pesos– estaba en manos de la administradora que conduce Diego Bossio. La reapertura del canje de Préstamos Garantizados Globales 08, en tanto, generó ofertas muy por encima de lo que esperaba el equipo técnico de Finanzas, aproximadamente 500 millones de pesos, afirmaron en Economía. “Estamos muy satisfechos con el canje. Y se logró voluntariamente, bajo los parámetros del mercado”, afirmó Boudou.

“Este resultado tiende a dar mayor certidumbre al período 2010-2012 y en definitiva fortalece la posición fiscal del año que viene”, dijo el ministro. Boudou informó que hasta 2012 se lograron postergar erogaciones por 7261 millones de pesos, el equivalente al 43,6 por ciento de los servicios previstos originalmente por los bonos canjeados. “Además se ha logrado una reducción nominal de la deuda por 2000 millones de pesos”, agregó Boudou.

Más precisamente, el canje permitió una quita nominal de deuda pública de 1898 millones de pesos, en función de los precios del mercado que se usaron para determinar la operación. Esto se debe a que por cada lámina de 100 pesos del nuevo papel el inversor debió entregar en promedio más de 160 pesos en bonos por CER, reduciendo el stock total de deuda. Los Bonar tienen hoy un rendimiento más alto que los PRE9 y PR12 canjeados, pero la apuesta del Gobierno a futuro es que la tasa de interés –por la que ajustan los Bonar– se normalice a la baja. Por su parte, el inversor promedio prefirió cambiar “riesgo-Indec” por “riesgo-BCRA”, ya que la entidad que conduce Martín Redrado cuenta con mayor credibilidad en los números.

“Otra de las características es haber ganado mayor profundidad de mercado para el Bonar 2014”, agregó Boudou. Para el primer tramo se otorgó Bonar con vencimiento en 2014. Este papel se ajusta por tasa Badlar (que surge del relevamiento del Banco Central por los depósitos a plazo fijo por más de un millón de pesos) más 275 puntos básicos, es decir 2,75 puntos porcentuales. Hoy sería alrededor de 15,15 por ciento (la Badlar se encuentra en 12,4 por ciento a fin de mes). Para el Tramo II se ofreció Bonar 2015, que rinde la Badlar más 300 puntos básicos (sería 15,4 por ciento). Tras el cierre del canje, se amplió en 4353 millones de pesos la serie del Bonar 2014 y se emitirán 10.844 millones de pesos en Bonar 2015.

“Hubo buena participación de ahorristas privados, un 50 por ciento en el total canjeado, pero hubo quienes privilegiaron el pago mensual de los bonos actuales que la liquidez que tendrán los nuevos en el mercado”, detalló el titular de Hacienda. Lorenzino estimó que casi la totalidad de la deuda indexada por CER “hasta 2015” resultó reestructurada. Este es un dato central porque ayuda a despejar presiones sobre el IPC del Indec. Si bien el stock de deuda que ajusta por CER ronda los 45.000 millones de dólares, la mayor parte tiene vencimientos a partir de 2030, mientras que los de corto plazo fueron retirados con el canje.

Lorenzino destacó la participación de los pequeños inversores, a los cuales –argumentó– “es difícil de llegar y encontrarlos en la plaza para convencerlos” de entrar a la operación, a diferencia de los institucionales, que cuentan con mayor información. Los que decidieron no ingresar al canje y prefirieron mantener los bonos actuales “no verán afectada su situación y seguirán cobrando los servicios en tiempo y forma”, señala el comunicado que distribuyó Economía.

De esta manera, el Estado aliviana los vencimientos de los próximos tres años. Boudou aseguró que no existen problemas para financiar las obligaciones de los próximos años. Para lo que resta de este año el último vencimiento de importancia es el del 15 de diciembre próximo, por cerca de unos 1500 millones de dólares correspondiente al pago del cupón de PBI.