Desde que los ejecutivos de Idea desplazaron del temario de debate a la discusión macroeconómica a favor de temas más próximos a los desvelos populares, la agenda patronal incluyó cuestiones urticantes como pobreza o corrupción. En esa línea, la reunión anual que se prepara en Mar del Plata pondrá el foco en la droga, como una amenaza a la democracia y al clima de negocios que, a juicio de los empresarios, habría comenzado a recomponerse en este segundo semestre del año.

La propuesta es casi osada, si se considera que el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (Idea) se reivindica como una entidad “de capacitación” y no un gremio que haga lobby por reivindicaciones concretas o desee involucrarse en temas políticamente controvertidos. Pero esto es inevitable si se concreta la verdadera aspiración empresaria de sentar posición sobre los temas que inquietan al mundo patronal, al margen de las cuestiones sectoriales.

La intención es inaugurar el coloquio que todos los años se hace en Mar del Plata (esta vez, del 28 al 30 de octubre) con una exposición del ex presidente colombiano César Gaviria Trujillo, sobre drogas y democracia, trabajo que involucró a otros ex mandatarios como el brasileño Fernando Henrique Cardoso y el mexicano Ernesto Zedillo. El planteo medular del informe es que “las políticas prohibicionistas y la penalización del consumo” no produjeron “los resultados esperados”. Los empresarios locales añaden que la droga atenta contra la competitividad económica, sugiriendo que es un problema próximo a la realidad argentina.

Una apertura del coloquio marketinera, que podría ganar más voltaje si, tal como ocurrió el año pasado, a la cena inaugural se sumara una figura política como Julio Cobos. El vice –quien en ausencia de Cristina Fernández de Kirchner estaba en ejercicio de la Presidencia–, llegó al Sheraton marplatense y reclamó el micrófono para un discurso que al fin resultó anodino después de la lustrosa exposición de Ricardo Lagos.

Como todos los años, las invitaciones se están cursando a las autoridades de los tres poderes, hasta el rango de secretario. Quién aceptará el convite todavía es un misterio. Tanto como la conformación de una mesa política prevista para clausurar el coloquio, que promete ser jugosa. “Pregúntele a nuestros representantes”, se llamará el último panel con legisladores de distintos signo que darán explicaciones sobre la agenda parlamentaria del momento.

También puede caldear ánimos la mesa con representantes de todos los gremios patronales, desde los bancos al campo, a la que se sumarían delegados de entidades extranjeras como la Ceoe española o la brasileña Fiesp. “¿Le parece abstracto tener a la UIA, a AEA y a la Sociedad Rural discutiendo en público sobre su papel?”, replicó uno de los organizadores a esta cronista, que entendió abstracta la consigna del coloquio, repleto como nunca de intelectuales del exterior, pero con un temario esquivo respecto de los temas que verdaderamente quitan el sueño a las empresas.