El comercio con Brasil sigue manejándose con sintonía fina. En los encuentros mensuales del Comité de Monitoreo se da el “diálogo comercial”, en donde participan funcionarios y empresarios de ambos países. En la reunión de ayer se incorporaron sectores y hubo algunos reclamos puntuales de Argentina por el no cumplimiento de acuerdos previos. El 21 de este mes se reunirán la ministra de Producción, Débora Giorgi, y su par brasileño, Miguel Jorge, para limar las asperezas que surgieron en la última cumbre del Mercosur en relación a las barreras comerciales. Eduardo Bianchi, subsecretario de Política y Gestión Comercial, afirmó que “el objetivo es reducir el déficit estructural con Brasil”.

De la reunión de monitoreo participan los sectores productivos locales que informan inconvenientes provocados por importaciones de Brasil. Ese fue el caso de los productores de termos, que celebraron su primer encuentro con sus pares de ese país, ya que detectaron la entrada de productos a precios muy bajos. Hoy será el debut de neumáticos para bicicletas. Para juguetes y neumáticos de autos fue la segunda vez y no hay acuerdo aún.

En la cumbre entre funcionarios de ayer participaron Fernando Fraguío, secretario de Industria, y Bianchi, mientras que por Brasil estuvo Iván Ramalho, viceministro de Desarrollo. Uno de los temas que se trató fue la aplicación de licencias no automáticas. “En muchos casos, las licencias complementan a los cupos que se acuerdan sectorialmente, es una forma de controlar, vía el importador local, que se cumpla el acuerdo entre productores”, señaló Bianchi a Página/12.

También hubo quejas de Argentina en baterías para autos y lácteos por el no cumplimiento de acuerdos previos. En el primer caso, los reclamos se debieron a que, hasta agosto, las importaciones desde Brasil llegaron al 113 por ciento de lo que estaba previsto para todo el año. “Los sectores se van a juntar y entre empresarios y funcionarios establecerán una forma de compensación para los exportadores locales”, afirmó Bianchi.

En lácteos, los empresarios argentinos se quejaron de una demora en la entrada de productos a Brasil. El mes pasado se exportó la mitad de las toneladas previstas en los acuerdos sectoriales. “Se comprometieron a solucionar el tema”, aseguró el funcionario. “Desde Brasil no hubo reclamos hacia la Argentina, y sus quejas previas en calzado y muebles fueron solucionadas para este encuentro”, señaló el funcionario de Producción.

La intención de Giorgi para la próxima reunión con su par brasileño en San Pablo es apuntar al déficit estructural argentino en el comercio bilateral. En los primeros ocho meses del año, las exportaciones al país vecino cayeron 23 por ciento y las importaciones, 41. Ambos valores están en línea con las caídas generales para ventas y compras al exterior, pero la mayor baja en las compras generó un alza del superávit comercial general.

Para el caso bilateral, el déficit cayó sustancialmente y se ubicó en 500 millones de dólares. El dato no es necesariamente positivo, ya que se debe en buena medida a la baja en la demanda interna. En el caso del intercambio de manufacturas de origen industrial (MOI), se registra un abultado déficit de 2100 millones. “Es un déficit estructural que se intenta revertir vía estos acuerdos”, indicó Bianchi. Un dato destacado es que el intercambio del sector automotor registró en el rubro vehículos un saldo positivo de 600 millones, aunque el déficit de autopartes ascendió a 800 millones. Giorgi le dará tratamiento especial en San Pablo.