La economía más grande de Latinoamérica salió de la recesión. Brasil creció un 1,9 por ciento en el segundo trimestre del año frente al período inmediatamente anterior. La recuperación se dio en paralelo a una apreciación del real, que desde enero acumuló un 26 por ciento. En el mercado local, la divisa finalizó la jornada en 3,86 pesos y en el año lleva una depreciación del 11,4 por ciento, lo que marca el avance de la competitividad de los exportadores argentinos y la relativa protección frente al país vecino. Por su parte, los títulos públicos cerraron en alza.

El dato positivo para Brasil confirma las excelentes perspectivas que tiene para los próximos años. En términos técnicos, la economía brasileña salió de la recesión. Después de dos trimestres consecutivos de caída en la actividad, el avance fue de 1,9. “El país realmente estaba más preparado que todo el mundo desarrollado para enfrentar la crisis económica”, se jactó el presidente Lula da Silva. A contramano de los pedidos de muchos gurúes locales, la recuperación no tuvo lugar en un contexto devaluacionista, muy por el contrario, el real se apreció en el año un 26,6 por ciento. En la jornada de ayer en San Pablo, el dólar cotizó 1,827 real y cerró la semana con una suba del 0,7 por ciento.

El avance del real quita competitividad a los exportadores brasileños y abarata en términos relativos los productos argentinos. Más aún si se tiene en cuenta que el peso retrocedió en el mercado cambiario local un 11,3 por ciento en 2009, lo que deja un buen panorama para el comercio bilateral, a diferencia del cotidiano reclamo empresario por el atraso cambiario. Sin embargo, aunque lejos de compensar el efecto nominal, hay que considerar que la inflación interna es bastante más elevada que en Brasil, lo que debilita el impacto real del diagrama cambiario.

Por su parte, el gobierno estadounidense reportó un déficit presupuestario de 1,38 billón de dólares, a un mes del cierre del año fiscal. Sin embargo, el rojo de agosto, que ascendió a 111.400 millones, reflejó una caída del 62 por ciento frente al de julio. En el mercado cambiario local, la divisa cerró en 3,86, en una semana sin cambios, mientras que el euro llegó a su pico histórico con 5,56 pesos.

En la city porteña, los títulos públicos volvieron a mostrar un buen desempeño, en línea con el optimismo que generó el cierre del canje de los bonos atados al CER. El Discount en pesos subió 4,1 por ciento, el Par en dólares con ley extranjera creció 6,5 y con ley local lo hizo en 3,5 por ciento. El Boden 2102 repuntó 0,8 por ciento, la versión 2015 creció 1,4 y el Bonar 2014 avanzó 2,9 por ciento. Por su parte, el MerVal retrocedió 0,43 por ciento. La baja se debió a una nueva caída en el precio del petróleo, ya que el barril en Texas cotizó 69,29. El índice bursátil local cortó la racha alcista que venía mostrando desde el anuncio del trueque oficial, pero logró cerrar la semana con una suba de 6,8. Los analistas destacan el buen volumen de negocios que se registró en toda la semana, que en la jornada de ayer fue de 52 millones.