El Banco Central redujo ayer en un cuarto de punto la tasa de interés con la que fondea a las entidades financieras. El recorte, el tercero dispuesto por la autoridad monetaria en lo que va del año, recae sobre los pases activos y pasivos a uno y siete días de plazo. La intención es estimular el crédito a familias y empresas a través de mayores facilidades para que los bancos obtengan liquidez. Además, se pretende redireccionar el dinero de los depósitos a plazo en actividades productivas. Desde julio hasta la fecha, la entidad que conduce Martín Redrado dispuso un recorte de 125 puntos básicos. Sin embargo, las tasas que ofrece el promedio de las entidades se encuentra todavía lejos de los objetivos del Gobierno para el segmento minorista. Los créditos personales hasta tres meses y con tarjetas de crédito se pactan a una tasa de 31,1 por ciento anual.

En las últimas ocho semanas se exhibió un crecimiento de los depósitos a plazo. No obstante, las entidades no vuelcan esa mayor solvencia en préstamos al sector privado, mostrando elevados niveles de liquidez que son mantenidos en efectivo. El Central adoptó en los últimos meses un conjunto de medidas tendientes a estimular el crédito. Ayer dispuso una reducción de 25 puntos básicos en las tasas de interés por operaciones de pases activos y pasivos que ofrece a la entidades. Se suma a los recortes dispuestos el 7 de julio y el 10 de agosto últimos, de 50 puntos en cada una de esas oportunidades. “Procura impulsar la eficiencia en la utilización de liquidez, a fin de canalizar recursos hacia las actividades productivas”, señala el texto de la comunicación del Central.

La medida abarata las condiciones a las que se accede a la ventanilla de la autoridad monetaria (pases activos), lo que impacta en las tasas de interés que ofrecerán las entidades por sus préstamos al público. También impacta en el rendimiento del exceso de liquidez colocado en el organismo (pases pasivos), estimulando su orientación al financiamiento. A un día de plazo, el pase activo se ubica en 11,25 por ciento y el pasivo en 9,25. A siete días quedó en 11,75 y 9,75 por ciento respectivamente. En ambos casos, el spread (diferencia entre puntas) continuó en los dos puntos. Los pases activos a tasa variable no tuvieron cambios.

En sintonía con esta reducción en las tasas de los pases del Central, el mercado interbancario también logró una reducción en el costo de su financiamiento durante agosto. Los montos operados en este segmento, de todas maneras, siguieron en niveles históricamente bajos, en torno de los 574 millones de pesos. “Se mantuvo casi sin cambios respecto de julio”, según el Informe sobre bancos de julio. El patrón de comportamiento de los bancos en este mercado se repite hace varios meses. Las entidades financieras no bancarias son las que otorgan fondos. Las públicas, también, pero en menor medida. Mientras, la banca extranjera y la privada nacional fueron, en ese orden, los principales demandantes. La tasa Badlar el mes pasado fue del 12,7 por ciento para depósitos por más de 100 mil pesos y para las minoristas se mantuvo en 12 por ciento.

A pesar de todas estas facilidades, la reducción en el costo del crédito privado fue leve. Para adelantos en cuenta corriente, los bancos pasaron de cobrar una tasa de 26,7 por ciento anual, en enero pasado (promedio ponderado), a 22,5 en julio, según el último relevamiento del organismo monetario. Fuera de ese promedio, algunas entidades llegaron a solicitar un 58,5 por ciento. Los hipotecarios, en cambio, mostraron un recorte más pronunciado a medida que se extendían los plazos. Los créditos para vivienda se pactaron entre cinco y diez años a 15,9 por ciento durante julio (en enero, 17,6 por ciento), mientras que a más de diez se ubicó en 11,9 por ciento (13,3 por ciento). En este caso, existe mucha incidencia de bancos públicos, ya que entre privados la tasa fue siempre mayor del 22 por ciento.

En préstamos prendarios, la tasa descendió de 26,4 por ciento hasta 22,2 por ciento. Según los últimos datos disponibles, el 99 por ciento de los créditos otorgados no superan los 200 mil pesos. La mayoría de los préstamos son personales (para consumo o tarjetas de crédito), concentrando el 34 por ciento del total. Los préstamos a partir de un millón de pesos y hasta 50 millones, fundamentalmente para financiar operaciones de comercio exterior, corresponden a unas pocas empresas que absorben el 60 por ciento del total.