El secretario de Industria, Eduardo Bianchi, afirmó ayer que el mes próximo se conocerá el resultado de la investigación que se inició contra China por el ingreso de calzado a precios predatorios. Si se confirma que hubo competencia desleal y daño a la industria local, el Gobierno podría establecer un valor mínimo fijo (derecho específico) para todas las zapatillas provenientes del gigante asiático. El funcionario comunicó la novedad durante la inauguración de una nueva línea de producción en la fábrica de calzado que la firma brasileña Vulcabrás posee en la localidad bonaerense de Coronel Suárez. Esa planta es uno de los mejores ejemplos de la recuperación que tuvo el sector a partir de la reactivación económica y la mayor protección a la industria nacional. En 2003, cuando todavía estaba en manos de Gatic, decretó la quiebra. Al poco tiempo fue reabierta por el empresario Guillermo Gotelli con cerca de 400 empleados y luego la compraron los brasileños que ahora emplean a 4000 personas.

La investigación por dumping contra China se inició en marzo de este año a raíz de un pedido de la Cámara de la Industria del Calzado. El caso está en manos de la Comisión Nacional de Comercio Exterior, que debe verificar el daño, y la Dirección de Competencia Desleal, que analiza si hubo dumping. Bianchi aseguró ayer que estos organismos resolverán el tema a fines de noviembre y el Ministerio de Economía podría anunciar nuevas restricciones contra la importación de calzado chino basándose en ese fallo.

Hasta septiembre del año pasado, el ministerio tenía un plazo máximo de 18 meses para expedirse sobre cada denuncia. Sin embargo, el Gobierno redujo ese tiempo a sólo 10 meses para tratar de minimizar el perjuicio que sufren las empresas mientras esperan una protección que las ampare. “Una vez que se sancione el dumping, posiblemente se le fijará un valor mínimo a las zapatillas chinas, lo que abrirá una oportunidad para la industria de calzado deportivo local. Muchas fabricas aumentarán aún más la producción y nosotros estaremos entre ellas”, aseguró a Página/12 Milton Cardoso, presidente de Vulcabrás y titular de la Cámara Brasileña de Calzado. Brasil, por ejemplo, estableció un valor mínimo de 12,47 dólares para cada par de zapatillas proveniente de China y de ese modo puso fin a las maniobras de dumping y subfacturación.

En caso de concretarse, esta medida se sumaría a otras protecciones que ya se aplican, como las licencias no automáticas y los cupos que acordaron los empresarios argentinos y brasileños. Esta mayor protección de la industria local llevó incluso a los empresarios brasileños a incrementar su producción en Argentina. Vulcabrás, por ejemplo, hace un año cubría sólo el 20 por ciento de sus ventas en el país con lo fabricado en Coronel Suárez, ahora cubre el 50 por ciento y su intención es llegar al 70 por ciento. Su producción incluye las marcas de zapatillas Reebok y Olympikus y la nueva línea que inauguró ayer es para fabricar las ojotas Ipanema. Este año fabricarán 1,5 millón de pares de ojotas y el objetivo es llegar a producir 3 millones el año próximo. Además, Milton Cardoso dijo que en 2010 comenzarán a fabricar calzado femenimo de vestir de la marca Azaleia que ahora importan de Brasil.