La actividad económica creció en agosto apenas 0,1 por ciento y acumula una mejora de 0,2 en lo que va del año, siempre con respecto a iguales períodos de 2008, según informó ayer el Indec. El dato muestra un estancamiento en el promedio de los principales indicadores productivos, pero igual alcanzó para revertir tres meses consecutivos de caídas interanuales. En la comparación intermensual, la mejora fue de 1,1 por ciento con respecto a julio, lo que constituyó la mayor suba en un año caracterizado por indicadores magros y oscilantes. De hecho, hasta ahora no se registraron tres subas consecutivas con respecto al mes anterior.

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) se elabora con algunos de los indicadores que se utilizan para medir la evolución del Producto Interno Bruto, anticipándose a ese dato más abarcativo que se difunde trimestralmente, pero no incluye información desagregada por sectores. El segundo trimestre el PBI cayó 0,8 por ciento en términos interanuales, pero se supone que esta leve recuperación del EMAE permitirá obtener números mejores en el tercer trimestre, dato que recién se conocerá en diciembre.

El temblor financiero que tuvo epicentro en los países centrales a fines de 2008 impactó fuerte en el país. Hasta julio del año pasado, el crecimiento interanual acumulado de la economía argentina era del 8,1 por ciento, en diciembre se había reducido a 6,8 y en julio de este año había caído a 0,2 por ciento, donde todavía se mantiene, porque el dato de agosto no alcanzó a revertir el estado recesivo que atraviesa la economía. Igual en el Gobierno son optimistas y consideran que esta leve recuperación deja en evidencia que lo peor de la crisis ya pasó y ahora es el momento de comenzar a crecer nuevamente.

Efectivamente, los datos evidencian que la economía ya tocó fondo, pero no está claro que la recuperación sea lo que está por venir, al menos en los próximos meses. La actividad continúa en una fase recesiva, independientemente de las leves oscilaciones que se registran. De hecho, dos de los sectores que tienen más incidencia en el indicador retrocedieron en agosto.

El Estimador Mensual Industrial mostró una caída interanual de 1,4 por ciento y acumula un retroceso de 1,5 por ciento, mientras que la construcción cayó 3,2 por ciento y registra una baja de 2,8 por ciento en ocho meses, siempre en comparación con iguales períodos de 2008. Por su parte, las exportaciones registraron una caída histórica de 40 por ciento y en lo que va del año caen un 24 por ciento, mientras que las importaciones retrocedieron 37 y 39 por ciento respectivamente, en sintonía con el freno de la inversión privada y de la industria. En este último caso, la caída registrada en los relevamientos privados, como el que realiza el centro de estudios de la Unión Industrial Argentina, es bastante mayor que la informada por el Indec.

Estas bajas fueron compensadas en parte por una leve alza del consumo interno, la cual quedó reflejada en la recaudación de septiembre. El IVA impositivo creció 21,7 por ciento en términos interanuales, cifra que luego de netear la inflación arroja un avance del mercado interno. Si se toma como referencia el índice de precios oficial, la mejora es significativa, porque la inflación informada para el período ronda el cinco por ciento. Si se considera la inflación relevada por las consultoras privadas, el saldo continúa igual siendo positivo, porque ninguno de esos informes dice que la inflación anual está por encima del 20 por ciento. También mantiene a flote a la economía la inversión pública, pero si se quiere apuntalar una tasa de crecimiento similar a la registrada entre 2003 y 2008 es necesario que la industria y la construcción empiecen a despegar.