El camino hacia el diálogo que exigen al Gobierno desde las patronales del campo parece allanarse. La diferencia es que en lugar de encontrarse con los representantes de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace, en esta oportunidad el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, se reunió con los integrantes del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI). Avanzaron sobre la propuesta de un salario universal para el sector, un programa de agua potable y el acceso a la tierra. “Es algo histórico”, se entusiasmó Jorge Britos, uno de los representantes del MNCI en la reunión. El ministro se comprometió a repetir la entrevista el mes que viene.

Fue la primera vez que un ministro nacional recibió al campo “no privilegiado”, con problemáticas diferentes de las que plantean las entidades tradicionales. De hecho, los campesinos se manifiestan en contra de las patronales, a quienes acusan de promover el modelo sojero. El encuentro se dio en la noche del jueves, luego de la reunión del Consejo Federal Agropecuario.

De la audiencia con el MNCI participaron el ministro Domínguez y Guillermo Martini, subsecretario de Agricultura Familiar. Los campesinos llevaron su agenda postergada frente a los mediáticos reclamos de las patronales. “Pretendemos que mejore la asignación presupuestaria de la cartera, porque en la actualidad el 98 por ciento de los recursos se los lleva el agronegocio”, indicó Diego Montón –también presente en la reunión– a Página/12. “Además, que las voces del campesinado familiar se escuchen en las mesas de discusión del sector”, agregó.

Los campesinos plantearon la necesidad de implantar un salario universal campesino indígena. Se trata de un subsidio estatal para estimular la inversión en capital de trabajo y maquinarias para incentivar actividades estratégicas. El modelo sería el de la producción algodonera. Incluiría una obra social, jubilación y una asignación por hijo, para trabajadores que en la actualidad no pueden acceder a ninguno de estos beneficios. Los productores devolverían la ayuda económica vía producción. “No buscamos asistencialismo, lo pedimos para estimular la producción”, indicó Britos.

Los campesinos también insistieron ante el ministro sobre la necesidad de mejorar al acceso a la tierra y suspender los desalojos de las comunidades originarias. “La audiencia fue muy positiva, acordamos un plan de trabajo para avanzar en los temas que nos parecen urgentes como la tierra, el agua y la distribución de los recursos”, resumió Britos.