ECONOMíA
› LAVAGNA INICIO SU GIRA CON PRIMERA ESCALA EN FRANCIA. EN ALEMANIA SON CRITICOS
Misión seducción a las potencias europeas
Roberto Lavagna buscará sumar aliados en el Viejo Continente en su puja con el FMI, luego de varios intentos con poco éxito en Washington, más allá de obtener declaraciones de buena voluntad. Por lo pronto, en París fue bien recibido por su colega Francis Mer. La liberación del corralito y el inminente aumentode tarifas tuvieron eco favorable.
› Por Eduardo Febbro
Desde París
El ministro de Economía Roberto Lavagna empezó su gira europea con vientos favorables. En vísperas de su llegada a Francia, primera etapa de un viaje que lo conducirá luego a Alemania, Italia y España, la prensa francesa se mostró más sensible que antes a los argumentos de Buenos Aires frente al FMI. El titular de la cartera se entrevistó con el ministro francés de Economía, Francis Mer, quien, según reveló un portavoz de esa dependencia, juzgó que las medidas adoptadas el viernes pasado .levantamiento del corralito y aumento de las tarifas de los servicios públicos.iban “en la buena dirección y tomó nota de ellas con satisfacción”. Francis Mer también pareció dar ciertas garantías a Lavagna de que “evocará” el tema del FMI tanto con el ministro español de Economía, Rodrigo Rato, como con el alemán Hans Eicchel.
Esta semana, Francis Mer tiene previstos dos encuentros con ambos colegas europeos. El primero es hoy, cuando se lleva a cabo en Málaga la cumbre francoespañola. El otro es el próximo martes durante la reunión de ministros de Finanzas de la Unión Europea prevista para el 2 de diciembre. En ambos casos, Mer dijo a Lavagna que París quiere “acelerar la reanudación de las negociaciones entre el FMI y la Argentina” en el marco de una “concertación europea”. El responsable francés también puso de relieve la “importancia” de la presencia de las empresas francesas en la Argentina, “particularmente en el sector de los servicios públicos, la electricidad, el gas y el agua”. Francia es hoy el tercer inversor extranjero en el país, detrás de los Estados Unidos y España. En el curso del período 1990-2000 las empresas francesas invirtieron por unos 10 mil millones de dólares en la Argentina.
La concertación evocada por Francia y la materialización de ese apoyo tardan sin embargo en llegar. Si bien es cierto que París se pronunció en repetidas ocasiones a favor de un “rápido acuerdo” entre la Argentina y las instituciones financieras internacionales, las discusiones aún en curso muestran que del anhelo a los hechos sigue habiendo un gran abismo. Hace poco más de una semana, mientras recibía al mandatario mexicano Vicente Fox, el presidente francés Jacques Chirac se mostró “preocupado” por la situación en la Argentina, pero París no ha hecho desde entonces ningún gesto visible que materialice esa preocupación. Sin embargo, en declaraciones hechas al vespertino francés Le Monde, el ministro argentino asegura que una de las metas principales de su viaje a Europa consiste en “dar las gracias a los europeos, y en especial a Francia, por el apoyo dado en el seno del FMI” y, también pedir “una ayuda suplementaria”. En una entrevista publicada ayer por el diario francés La Tribune, Roberto Lavagna explicó que “el objetivo de su viaje es clarificar la situación en lo que atañe el estado de la economía argentina”. Según argumentó Lavagna, “hace unos meses los pronósticos eran muy negativos: se hablaba de hiperinflación, de la caída sin fin de la actividad y de la agonía del sistema financiero”. Para el ministro, “la percepción en el extranjero está todavía marcada por esa visión que ha sido desmentida por la realidad. El PIB aumentó durante dos trimestres y tendría que volver a crecer en el tercer trimestre. Es alentador para una economía que no había registrado un crecimiento positivo desde hace dos años”. En lo que concierne específicamente al Fondo, Lavagna admitió que Francia e Italia han sido sumamente positivos, mientras que Alemania ve las cosas de “una manera menos favorable”. También hizo referencia a la buena actitud de España. Por lo pronto, Roberto Lavagna precisó en el diario La Tribune que no quiere “firmar a cualquier precio”, ni tampoco adoptar “compromisos que no podremos respetar”.
Este martes, Lavagna completará su agenda francesa con una serie de reuniones de trabajo con los dirigentes de las empresas que realizaroninversiones en la Argentina. Se trata del Banco Nacional de París, BNP, la compañía de suministros eléctricos EDF, Suez y las constructoras automotrices Renault y Peugeot. Por el momento, el conjunto de las empresas presentes en el país no manifestó su intención de retirarse. Más bien, aún mantienen un “compás de espera”. Según declaró a Página/12 un dirigente de estas multinacionales, la “Argentina ofrece un campo de beneficios lo suficientemente concreto como para aguardar hasta mediados del año próximo antes de tomar una decisión definitiva”.
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