Después del firme reclamo de legisladores de la oposición, el Gobierno envió al Congreso una carpeta de cien páginas detallando cómo se ejecutó el último presupuesto de Aerolíneas Argentinas y Austral. La información está bajo el análisis de los asesores del radicalismo y el PRO, que habían solicitado la información sobre cuál fue el destino de 1000 millones de pesos que se gastaron durante el ejercicio 2008.

La destinataria de esa información fue la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones, reactivada exclusivamente para la consideración del plan de negocios que la semana pasada presentaron en forma conjunta el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, y el titular de la empresa en vías de reestatización, Mariano Recalde. Durante esa reunión, los funcionarios dieron los trazos generales de un plan todavía en elaboración, que aspira a fulminar el actual déficit mensual equivalente a 30 millones de dólares para el 2012, mientras que en 2013 ya habría ganancias.

Esa exposición preliminar tuvo lugar en el salón Perito Moreno del anexo del Senado, cuya capacidad fue desbordada por la gran cantidad de asistentes, incluido un número importante de periodistas que quedaron afuera. Esa exclusión motivó el retiro de los radicales Rubén Lanceta (diputado) y Juan Carlos Marino (senador), quienes desistieron de escuchar a los hombres de Planificación con el argumento de que no querían convalidar la exclusión de la prensa.

Para la segunda y definitiva presentación, prevista para el martes 10 de noviembre, el oficialista y titular de esa Bicameral, el diputado Mariano West, ya está tramitando la asignación de un salón más amplio que evitaría el problema. Los opositores aprovecharían la ocasión para consultar –si les quedan dudas– sobre el informe que explica cómo la gestión del ex presidente de Aerolíneas Julio Alak –actual ministro de Justicia– invirtió 1000 millones de pesos sobre un total de 1900 que la empresa habría tenido a disposición en ese ejercicio.