Economistas, funcionarios y empresarios celebraron ayer en el Coloquio de IDEA que se realiza en Mar del Plata el anuncio del proyecto de salario universal por hijo, aunque algunos manifestaron su preocupación sobre la manera en que se financiará. Todos reconocieron la necesidad de saldar la deuda social y que es un tema prioritario en la agenda política. Señalan que podría utilizarse parte de los subsidios que dejaron de volcarse en la prestación de los servicios de luz y gas y advierten que el gasto público es muy elevado y no hay lugar para que se dispongan nuevos impuestos. Los banqueros respiraron aliviados luego de que se descartara gravar la renta financiera para solventar el abono de esa asignación.

El presidente del Banco Hipotecario y asesor externo del Ministerio de Economía, Mario Blejer, opinó que el gasto público “ya es muy alto” y que “evidentemente habrá buscar un subsidio que pueda sustituirlo”. El economista consideró que podría utilizarse parte de los fondos que se destinaba a subsidiar las tarifas residenciales de gas y luz. “Más impuesto no lo creo y lo de la renta financiera ya está descartado”, dijo el titular del Hipotecario.

El titular de la Unión Industrial, Héctor Méndez, opinó que “en muchos casos las cuestiones sociales y el interés económico no van de la mano y ésta es una de ellas”. “Lo que a mí me preocupa es de dónde van a salir los 10.000 millones de pesos que se necesitan”, agregó el empresario de la industria plástica.

Por su parte, el vicepresidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Vanoli, consideró que la asignación universal por hijo “es uno de los avances mas significativos en décadas, en aras de una sociedad más equitativa”. “Es comenzar a andar un camino en el desendeudamiento social; una deuda social que acumuló el neoliberalismo en tres décadas”, agregó.