ECONOMíA
› ESCALA EN ITALIA CON ACREEDORES PRIVADOS ANSIOSOS
Lavagna rezó en el Vaticano
Roberto Lavagna demostró ayer que es capaz de apelar a todos los recursos a la mano para conseguir el acuerdo con el FMI, que el organismo se niega a firmar. Después de visitar a los gobiernos de Francia, Alemania e Italia, y antes de culminar hoy su viaje en España, el ministro se hizo un lugar en la agenda para acudir a un pequeño Estado que no integra el poderoso Grupo de los Siete, pero que siempre puede incidir –o al menos eso le gustaría a Lavagna– en las opiniones de los funcionarios de Washington. Su última actividad ayer fue una serie de entrevistas con autoridades del Vaticano. “Si ellos lo consideran conveniente, será bienvenido que transmitan su apoyo”, sugirió el jefe del Palacio de Hacienda.
Antes de esa visita al Vaticano, Lavagna se reunió con el nuevo canciller italiano, Franco Frattini, y con el ministro de Economía, Giulio Tremonti. El resultado de esas conversaciones fue el que esperaba la delegación argentina, mucho mejor que la experiencia previa en Alemania, adonde recibieron a Lavagna con frialdad y le trasmitieron más reproches que palabras de aliento. Frattini firmó un comunicado destacando que “Italia continuará operando activamente para dar un fuerte apoyo a la Argentina en los organismos internacionales y, en primer lugar, en el FMI”.
El titular de Economía agradeció el gesto. “Tenemos un buen nivel de diálogo con Italia, las respuestas han sido positivas, siempre nos ha dado un gran apoyo”, valoró. De todos modos, Lavagna debió contestar preguntas incómodas sobre qué ocurrirá con los bonos que tienen 350 mil italianos y que Argentina dejó de pagar. El ministro se escudó en que el Gobierno está buscando un asesor financiero internacional para “identificar, clasificar y comunicar” cómo se hará la reestructuración de la deuda.
Al igual que en el resto de la gira, Lavagna intentó “aclarar el estado de las negociaciones con el FMI”. Al respecto, dijo que “después de ocho meses de negociaciones, el trabajo técnico está terminado. Se ha llegado a una etapa de definiciones políticas, que las deben tomar los accionistas, que son los países del G-7”.
Su gira busca, precisamente, convencer a tres gobiernos integrantes de ese grupo para que ayuden a destrabar las negociaciones. Lavagna culminará su viaje hoy en España. Le esperan reuniones a primer nivel, con el presidente del gobierno, José María Aznar, y con el ministro de Economía, Rodrigo Rato. España no participa del G-7, pero es uno de los principales inversores en Argentina y exhibir su respaldo desnudaría la falta de argumentos del Fondo para negarse a firmar. Cuatro de sus grandes compañías participaron del proceso de privatizaciones. Lavagna les dirá hoy a altos directivos de Telefónica, la eléctrica Endesa, Gas Natural y Repsol-YPF que el Gobierno aumentará las tarifas, aunque no al nivel que reclaman las compañías y el FMI.
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