Las lluvias registradas en distintas zonas del país mejoraron el panorama de la actividad agrícola para lo que resta de la primavera y el próximo verano, según un informe del INTA que dio a conocer ayer el Ministerio de Agricultura. El pronóstico de nuevas precipitaciones en los meses próximos permitirá recuperar las cosechas, salvo en sectores del sudoeste bonaerense donde la producción estuvo muy castigada por las sequías. El maíz y la soja serán los cultivos que más se beneficiarán. Por su parte, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, aseguró que se encuentra trabajando con las autoridades provinciales de las zonas afectadas en la ejecución de obras que permitan revertir esta situación.

El estudio estima que de aquí al fin de semana se van a producir algunos chaparrones que mejorarán la oferta hídrica en Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero, Chaco y este de La Pampa. Según el departamento Clima y Agua del INTA, se registrarán lluvias en el sur de Buenos Aires y en la cuenca del río Salado bonaerense. El desplazamiento de las precipitaciones hacia el norte beneficiará a su vez al centro y norte de Buenos Aires, este de Córdoba y de Santiago del Estero. También el norte de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Chaco.

“Estas últimas lluvias están mejorando la situación en algunas zonas productivas, y las perspectivas para lo que resta de la primavera y del verano son positivas”, sostuvo César Rebella, director del instituto. De cumplirse estos pronósticos, se verán favorecidas todas las regiones comprendidas en la franja húmeda y subhúmeda del país.

El maíz y la soja serán los cultivos que más se beneficiarán, ya que al tener ambos un ciclo de siembra más largo, permite una mayor ventana de siembra hasta que las lluvias se normalicen. Según Rebella, “el maíz de segunda también tendrá posibilidades de llegar a un volumen aceptable de cosecha”.