ECONOMíA
› SIN HISTERIA NI CORRIDA SE DESARROLLÓ LA JORNADA DE LA LIBERACIÓN
Llegó el día del fin del corralito
El dólar bajó tres centavos, las tasas se mantuvieron estables y las acciones líderes subieron 3,2 por ciento. Los gurúes de la city volvieron a fallar. El Banco Central ganó 20 millones de reservas.
› Por Claudio Zlotnik
El día que se levantó el corralito transcurrió sin sobresaltos. El dólar libre mostró una baja de tres centavos con respecto al cierre del último viernes y cerró en 3,57 pesos para la compra y 3,63 para la venta. También hubo una caída de cuatro centavos en el mayorista, que finalizó en 3,62 pesos. El oficial cotizó sin cambios, a 3,47 pesos para la compra y 3,55 en la punta vendedora. Pese a una importante demanda de divisas, por un total de 71 millones de dólares, monto que duplica lo habitual, el Banco Central ganó 20,1 millones como saldo de su intervención en el mercado cambiario. Hubo tranquilidad en los bancos.
La fuerte liquidación de dólares por parte de los exportadores –de 92,7 millones de dólares– fue clave en el descenso del tipo de cambio. Cuando esa tendencia aún no era clara, a comienzos de la jornada financiera, el dólar libre trepó hasta 3,75 pesos. En ese momento se formaron colas frente a algunas casas de cambio y hubo demanda en las ventanillas de los bancos. Pero desde ese instante, el Central vendió todos los billetes que le pidieron poniendo freno a la incipiente escalada.
De esa manera, el BC evitó lo que en el propio Gobierno temían: que el recalentamiento cambiario de finales de la semana pasada diera lugar a una corrida. La extraordinaria liquidación de los exportadores –que venían retrasados por los sucesivos feriados en los Estados Unidos del jueves y viernes últimos– terminó definiendo el día a favor del Gobierno. Después del mediodía, cuando se hizo evidente que el dólar no subía, las hileras desaparecieron y dejó de haber consultas en los bancos.
Tanto Roberto Lavagna como Aldo Pignanelli monitorearon la actividad cambiaria al detalle. El titular del Central mantuvo contactos con los principales banqueros de la city. Hoy, el ministro de Economía se encontrará con banqueros para evaluar la situación financiera tras la eliminación del corralito y la posible redolarización de los depósitos, un tema que está bajo análisis de la Corte Suprema y que tendría inminente resolución.
Hacia el final de la tarde, Página/12 consultó a distintas entidades financieras y la conclusión fue coincidente: la jornada había sido tranquila. En varios bancos, como el Galicia y el Ciudad, aseguraron que no hizo falta elevar los rendimientos de los plazos fijos que se habían constituido con fondos del corralito ya que los ahorristas preferían renovar los depósitos antes que sacar el dinero. En las entidades financieras manifestaron que recién hoy contarán con datos precisos sobre el desarrollo del día de ayer. En promedio, la tasas para los plazos fijos a un mes se sitúa en 21 por ciento anual, mientras que trepa al 27 en caso de los colocados a 60 días o más, según la estadística del Banco Central.
Pese a la calma, en la city creen que el BC tendrá que subir los rendimientos de las Letras (Lebac) cuando esta tarde se liciten 150 millones de pesos. Para los plazos más cortos, de entre 30 y 60 días, las tasas se sitúan en torno del 7 por ciento anual, muy por debajo de la expectativa de inflación del próximo año, del 21 por ciento. Pese a que la intención del Gobierno es “premiar” con tasas más altas las colocaciones de largo plazo, algunos financistas sostienen que debería subirse también las de corto para evitar presiones sobre el tipo de cambio. De esa manera, además, los bancos podrían ofrecer rendimientos más atractivos a sus clientes y desviar la atención sobre el dólar. En las últimas semanas, los financistas presionaron para obtener mayores ganancias con las Lebac: en la última operación, por ejemplo, sólo suscribieron la quinta parte de lo licitado por el Central. La pregunta ahora es cuál será la estrategia del Gobierno en medio de la tensión por el levantamiento del corralito.
En el equipo económico aseguran que están tranquilos. Argumentan que cuando se levantó parcialmente el corralón –para aquellos depósitos inferiores a 10 mil pesos, a inicios de setiembre–, el dólar trepó hasta 3,80 pesos y que después de una semana cerca de ese nivel bajó hasta los3,50. Los funcionarios se juegan a que ahora se dará un escenario parecido al de entonces. Creen que la banda cambiaria se establecerá entre 3,50 y 3,60 pesos. En ese sentido, funcionarios y un importante financista consultado por Página/12, repitió una frase pronunciada por Pignanelli hace una semana: “Quien compre dólares ahora lo estará pagando caro”. La variable a monitorear en los próximos días es la demanda de los operadores mayoristas. Seguramente, habrá una pulseada que el Central intentará ganar aplicando los controles cambiarios.
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