La Mesa de Enlace postergó hasta el próximo cinco de enero cualquier decisión sobre posibles medidas de fuerza. Así lo anunciaron ayer las cuatro entidades patronales, a pesar de las presiones de Alfredo De Angeli, titular de la Federación Agraria de Entre Ríos, y productores de Carbap, liderada por Pedro Apaolaza, que querían declarar un nuevo lockout para los primeros días del nuevo año. Según indicaron a Página/12 fuentes ruralistas, la FAA insistirá con la toma de molinos o algún puerto, para reclamar “la normalización” del mercado granario. Por su parte, desde el Ministerio de Agricultura, conducido por Julián Domínguez, señalaron a este diario que prefieren no confrontar con los ruralistas –ante las posibles protestas– y destacan que en las próximas dos semanas se dará a conocer un plan ganadero nacional, fuertemente reclamado por las entidades. También indicaron a este diario que están avanzando con el Banco Nación en un mecanismo ágil de financiamiento (al estilo de los warrants) para los pequeños y medianos productores.

Las cuatro entidades agropecuarias decidieron pasar las fiestas sin sobresaltos. Esa fue parte de la argumentación que dieron los ruralistas para explicar por qué pasaron para el cinco de enero la decisión de encarar nuevas medidas de protesta. También admitieron que en esta época del año, en que los productores están en plena cosecha, cualquier medida no tendría suficiente convocatoria, tal como viene ocurriendo desde las últimas demostraciones de fuerza, con poca presencia de adherentes.

Más allá de estos argumentos, todavía no pudieron acordar nuevas protestas, ya que no hay consenso entre las propias organizaciones. De Angeli quería un nuevo lockout a partir del 3 de enero. “Lo entiendo a De Angeli, que hace un mes firmó con el ministro de Agricultura un documento para garantizar el precio pleno del trigo y esto no se cumplió”, señaló ayer Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria.

En este sentido, el presidente de FAA quiere cambiar el eje y avanzar sobre los molinos y los puertos -mediante una toma- para “denunciar el atropello de los exportadores en connivencia activa con el Gobierno”.

–¿Cómo cayó en la Mesa de Enlace la propuesta de tomar los puertos? –consultó este diario a Julio Currás, vicepresidente de FAA.

–Yo no diría tomas, sino presencia en molinos o puertos. Toma es de otras épocas. Queremos manifestarnos en democracia–respondió el federado.

Un día antes del encuentro, los dirigentes de Confederaciones Rurales se mostraron un poco más prudentes. El secretario de CRA, Javier Jayo Ordoqui, había señaló anteayer que “no han cambiado mucho las condiciones del sector para iniciar una medida de fuerza ya”. Luego de la reunión de la Mesa de Enlace, el titular de la entidad, Mario Llambías, se mostró más confrontativo –quizá para no quedar atrás respecto de su par Eduardo Buzzi–. “Estamos totalmente dispuestos a realizar las medidas necesarias para que esto cambie, no vamos a permitir nuevas intromisiones en la comercialización”, afirmó Llambías.

Desde la FAA señalaron a este diario que tanto los dirigentes de CRA como los de la Sociedad Rural no estaban tan dispuestos a protestar contra los exportadores de trigo, “por considerarlos aliados en sus negocios”, indicó a Página/12 un hombre cercano a Buzzi.

Mientras tanto, el Ministerio de Agricultura continúa avanzando en la elaboración del Plan Ganadero Nación, que podría estar listo dentro de los próximos 20 días. También están avanzando en soluciones puntuales a pedido de las entidades. Federación Agraria elaboró una nómina de ganaderos pampeanos en estado de emergencia para otorgarles un subsidio de 5000 pesos por productor. La medida fue tomada al margen de la Mesa de Enlace.