ECONOMíA › BERNANKE, TITULAR DE LA FED, SEÑALO QUE ES PROBABLE UN ENDURECIMIENTO DE LA POLITICA MONETARIA
En un escenario financiero internacional aún bastante frágil, el presidente de la banca central estadounidense anunció que subirá la tasa de interés en un futuro próximo. Hoy es variable, se encuentra en un nivel cercano a cero por ciento anual.
La Reserva Federal estudia la manera de retirar los estímulos financieros y elevar la tasa de interés del mercado para evitar que el dólar siga debilitándose. El presidente de la FED, Ben Bernanke, deslizó ayer esa posibilidad, a pesar de que la recuperación en los Estados Unidos todavía no alcanzó a los indicadores sociales, como el empleo. La intención es comenzar retirando parte de la emisión de dólares que se volcó durante el año pasado al mercado y, eventualmente, se acompañará con una suba de tasas. El banquero no puso fecha para el inicio de ese cambio de política, pero aclaró que la “secuencia de pasos” dependerá de los “acontecimientos económicos y financieros”. A la vez, el Departamento de Comercio anunció que el déficit comercial estadounidense volvió a incrementarse en diciembre respecto del mes previo, lo que denota que continúan los desequilibrios en la mayor economía del mundo.
“Aunque por ahora la economía estadounidense requiere del apoyo de políticas monetarias altamente laxas, en cierto momento la Reserva Federal tendrá que endurecer las condiciones financieras mediante una suba de las tasas de interés de corto plazo y la reducción de la cantidad de reservas bancarias”, señaló Bernanke. A partir de que se desatara la crisis financiera, el gobierno estadounidense comenzó a recortar la tasa de interés para transacciones entre bancos privados con la entidad, como una manera de impulsar el crédito. Las sucesivas bajas dejaron el costo del dinero en niveles negativos, si se toma en cuenta la inflación allí y una tasa de interés que se encuentra en cero. Sin embargo, esto no bastó para evitar la seguidilla de quiebras de instituciones financieras y una paralización del consumo.
También se emitieron enormes paquetes de estímulo a la demanda. Pero esa política de sobreexpansión monetaria generó una creciente debilidad en el dólar a nivel internacional y riesgos de que se inicie un proceso inflacionario. Es por eso que la FED comenzó a estudiar la manera de retirar esa liquidez y paulatinamente llevar las tasas de interés a terreno positivo. A través de un comunicado, Bernanke informó ayer que la Reserva podría poner a prueba “diversos métodos” para reducir el volumen de dinero que circula en el sistema financiero. La estrategia es comenzar con pequeñas cantidades para preparar al mercado para una intervención mayor y garantizar que esos mecanismos funcionan. “Cuando el Banco Central decida que es hora de llevar a cabo el ajuste monetario, estas operaciones serían ampliadas a gran escala”, informó Bernanke.
En caso de que las condiciones obliguen al banco federal a retirar estos estímulos con mayor velocidad, la autoridad monetaria elevará la tasa de interés que paga a las entidades privadas por sus colocaciones. Se encuentra actualmente entre cero y un cuarto punto (0,25 por ciento). “Las subas se iniciarán antes de que pase mucho tiempo”, señaló Bernanke. Hace ya unos meses, la FED comenzó a retirar su intervención en los mercados no renovando la compra de deuda hipotecaria. Sin embargo, el Comité de la Fed podría decidir pasar de actitud “pasiva” a una “activa” –como directamente la venta de ese tipo de activos– “cuando la recuperación económica se encuentre suficientemente avanzada”, explicó el banquero.
No sólo estudia aumentar “ligeramente”, como lo señaló Bernanke, la tasa de interés directriz del mercado bancario. También se previó la posibilidad de establecer una tasa de corto plazo, diferente de la que se utiliza para remunerar o financiar a los bancos privados. De todos modos, ninguna de esas alternativas verá la luz antes de que “el reajuste monetario se haya iniciado y la economía estadounidense esté claramente sobre la vía de una recuperación duradera”, según manifestó Bernanke. Pese al repunte económico en Estados Unidos, el desempleo se mantiene en el 9,7 por ciento, una cifra alta para el promedio histórico del país, cuyos mecanismos de asistencia a los desempleados son menos efectivos que en los países de Europa.
Por su parte, el Departamento de Comercio, en Washington, reveló ayer un nuevo déficit comercial en diciembre. El saldo negativo de los intercambios de bienes y servicios del país creció 10,4 por ciento con respecto a noviembre, para alcanzar un rojo de 40.200 millones de dólares. No obstante, el déficit de todo el año pasado fue un 45 por ciento inferior que en 2008 (alcanzó a 380.700 millones de dólares). En términos relativos, el déficit de la balanza comercial cayó a 2,9 por ciento del PIB estadounidense contra 4,8 de 2008. Pero la suba intermensual denota que continúan los desequilibrios en la mayor economía del mundo, ya que los aumentos en las importaciones no están yendo a la par de las exportaciones, a pesar de que las ventas externas crecieron por octavo mes consecutivo.
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