ECONOMíA › EL DESEMPLEO BAJó A 8,4 POR CIENTO AL CERRAR 2009. EL MáS ALTO, EN RíO CUARTO. EL MáS BAJO, EN LA VECINA SAN LUIS
El sector automotor, impulsado por el mercado interno y las compras de Brasil, fue la principal tracción para el aumento del empleo hacia la segunda mitad del año pasado. El programa Repro apuntaló a los sectores más vulnerables.
El año 2009 cerró con una tasa de desempleo de 8,4 por ciento en el cuarto trimestre, según confirmó el Indec, que amplió el dato ya adelantado por la presidenta Cristina Fernández. Marca una mejora en el mercado de trabajo con respecto al resto del año, aunque la comparación frente al mismo período de 2008 indica que no se revirtió el impacto que generó la crisis internacional. La ciudad cordobesa de Río Cuarto presentó el mayor índice de desempleo del país, con 10,7. En el otro extremo está San Luis-El Chorrillo, con el 2 por ciento. El organismo de estadísticas elabora el índice en base a la información de 31 aglomerados urbanos.
En la comparación con el tercer trimestre, la tasa de empleo creció de 41,9 a 42,4 por ciento. El resultado encuentra explicación en la recuperación económica en la última parte del año, en particular de la industria manufacturera. El sector que lideró la suba fue el automotor, que tiene alto impacto a nivel laboral, de la mano de la vigorosa demanda brasileña que cumplió un importante rol dinamizador. Según remarcan en la cartera de Industria, las protecciones comerciales –principalmente las licencias no automáticas– incentivaron inversiones que también promovieron la creación de empleo, como el sector de calzado o textiles.
El avance en la creación de puestos de trabajo determinó la caída en el desempleo, que bajó de 9,1 a 8,4 por ciento en forma trimestral. Además, como el empleo creció más de lo que cayó el desempleo, la tasa de actividad subió de 46,1 a 46,3 por ciento. Más allá del repunte económico, una serie de medidas implementadas por el Gobierno con el objeto de preservar puestos de trabajo lograron impedir que la desocupación creciera aún más durante el año y así se pudiera cerrar 2009 con la misma tasa con la que se lo inició.
El principal programa fue el Repro, que subsidia a las empresas con dificultad económica a través del pago de una parte del salario de los trabajadores. En 2009, el programa cubrió a 142.634 asalariados de 2750 firmas. El incremento frente a 2008 –cuando se asistía a 448 firmas y 23 mil empleados– fue exponencial. El 96,6 por ciento de las firmas asistidas son pymes, aunque 94 grandes empresas concentran el 36,2 por ciento de los empleados y el 40 por ciento de los fondos.
Según los datos del Indec, la crisis provocó que el empleo cayera por dos trimestres consecutivos, llegando a 41,8 por ciento en el segundo. En este sentido, el investigador de la UBA Javier Lindenboim afirmó a Página/12 que durante el año hubo tanto un decrecimiento de puestos de trabajo como también un empeoramiento en las condiciones laborales, creciendo el empleo en negro y las contrataciones precarias. También resaltó que el Repro jugó un papel relevante.
Sin embargo, desde el área de investigación del Ministerio de Trabajo explican que “el aumento de la desocupación fue consecuencia del mayor crecimiento de la población económicamente activa en relación con los ocupados y no como resultado de un proceso de destrucción generalizada de puestos”. Según datos de esta cartera, la caída del empleo en categorías con alto grado de formalidad tuvo como contrapartida la suba en otros “más informales”, como servicio doméstico o cuentapropistas, coincidiendo con el análisis del alza en la precariedad laboral.
Por su parte, la subocupación cayó en forma trimestral de 10,6 a 10,3 por ciento, lo que también da cuenta de la mejora laboral. Son ocupados que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y están dispuestos a trabajar más horas.
El repunte del último trimestre no logró revertir la dinámica depresiva en el mercado de trabajo que se inició con los primeros impactos a nivel local de la crisis internacional. En la comparación interanual, se visualiza un alza en la desocupación de 7,3 a 8,4 por ciento, a partir de la caída en el empleo de 42,6 a 42,4 por ciento. En tanto, la subocupación pasó de 9,1 a 10,3 por ciento.
En el análisis regional, los indicadores del mercado de trabajo coinciden con la mejora promedio en el último trimestre, aunque en Corrientes, Catamarca, Bahía Blanca, Salta y Viedma se registraron subas del desempleo. El mayor índice de desocupados le correspondió a Río Cuarto, con 10,7 por ciento, seguida por Gran Rosario que registra 10,6 por ciento. En cambio, los aglomerados con más bajo desempleo fueron San Luis (2 por ciento), Río Gallegos y Formosa, ambas con 2,1 por ciento.
En tanto, en el Gran Buenos Aires el desempleo trepó a 10,1 porciento, que junto al 12,8 de subocupados indica que el 23 por ciento de la población activa tiene problemas laborales.
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