La asociación Consumidores Libres resolvió extender por una semana más el boicot a la compra de carne vacuna, buscando prolongar el impacto logrado en la primera semana de la medida. Entidades de usuarios y comerciantes coinciden en la evidente caída en las ventas y un freno a los aumentos de precios que, incluso en algunos barrios, llegó a transformarse en rebajas parciales.

Héctor Polino, representante de la entidad, evaluó positivamente los resultados obtenidos “por la acción solidaria y coordinada de los consumidores en todo el país”. El ex diputado socialista señaló a Página/12 que las reducciones más sensibles en la demanda se verificaron “en las zonas más humildes, en algunos casos hasta un 40 por ciento, y el resultado fue no tan sólo que se frenaran los incesantes aumentos, sino que hasta hubo rebajas que varían entre el 10 y el 30 por ciento”.

La prolongación del boicot permitiría empalmar la baja en la demanda con el inicio del ciclo de aumento de la oferta, al menos en teoría. Para el mes de marzo (a partir de mediados de mes), se espera un aumento en el envío de vacunos al mercado por el fin de la etapa de pastoreo. “A partir de marzo va a ir bajando el precio de la carne, porque es un problema estacional después de dos años de sequía”, señaló ayer, al respecto, Amado Boudou, ministro de Economía.

La reducida demanda quedó de manifiesto ayer en el Mercado de Hacienda de Liniers, cuando a pesar de la escasa entrada de animales no hubo movimientos ascendentes en los precios. El ingreso de 5246 cabezas resultó el más bajo para un día martes desde principios de año. Aunque la merma fue atribuida a las intensas lluvias que impidieron la carga de animales en el campo en varias zonas de producción, lo comprobable fue que la menor oferta no inquietó a los compradores (frigoríficos y matarifes), que prácticamente pagaron los mismos precios del viernes pese a la menor oferta, incluso por la hacienda liviana (novillitos, vaquillonas y terneros).